viernes, 30 de diciembre de 2016

La importancia de llevar el apellido Galán

Hay nombres que se marcan a fuego, que trascienden a la identidad del propio individuo. Hay algunos que ponen su impronta, en el momento exacto, para transformar la visión de una sociedad profundamente tradicional y los hay aquellos que sólo al pronunciarlos significan un concepto, una lucha que llega a tener vida propia. 

Desde mediados de la década de los años 90, el apellido Galán se convirtió en  sinónimo del  transformismo que  con los años  evolucionó en  una herramienta de interpelación social y política  en Bolivia.  

Este apellido supo  identificar a decenas de personas de la comunidad gay.  Un momento inesperado y un hecho  indignante se convirtieron en el semillero de lo que años después  serían Las Galán y, posteriormente, la Familia Galán.      

En 1993 Marco Elías Salguero Vilte era bailarín  del Ballet Oficial de Bolivia. Ahí  conoció  a Sebastián Nanni, que con el tiempo se convertiría en su mentor en el universo del transformismo. Él le comentó que hacía show como transformista. 

"Él me veía una fuerza, un potencial para hacer transformismo, inclusive como una carrera. Yo no terminaba de comprender la idea”, recuerda a través de un contacto telefónico con Página Siete desde Madrid, España, país en el que reside desde 2004. 

 Sebastián lo invitó a un espectáculo en un club nocturno  en el que era vedette. Salguero fue a verlo, su amigo le pidió que espere en la barra y así lo hizo. Durante ese tiempo el bailarín de ballet clásico vio varias presentaciones impresionantes. 

Sebastián regresó  45 minutos después y le preguntó qué le había parecido.  Resultó que él era la rubia despampanante, llamada Sintya Scoch, que formaba parte del espectáculo y Salguero no lo había reconocido. En ese moment s. "Me caí del asombro y de la admiración, ahí me cautivó el transformismo, llegué a comprender que no era un juego y yo quería algo igual para mí”, dice.

Diana Sofía Galán

Para entrar al mundo del transformismo y el espectáculo.  Salguero necesitaba un nombre artístico, un nombre femenino que le dé fuerza y  que cautive. Debía ser tan importante como el nombre que le habían dado sus padres, le aconsejó Sebastián. 

Escogió un nombre íntimamente relacionado con la realeza. La fuerza y entereza de la princesa Diana de Gales, defensora de los menos favorecidos. Se unió al de la reina Sofía de España, que representaba el garbo y su anhelo de ser una emperatriz con poderío en el escenario.  

Pero le hacía falta algo para representar su lado masculino. "Elegí el hombre de galán, porque un hombre que no es galán es uno más del montón, así que la galantería y caballerosidad completarían mi nombre”. En 1994 nació Diana Sofía Galán.

Su primera presentación fue en el bar gay Brasil. El espectáculo fue un éxito y repitió la experiencia periódicamente ahí y en otros lugares. 

En 1995, se registró  un hecho que marcaría la pauta de la organización de la comunidad gay en La Paz. La Policía hizo una redada en el bar gay  Cherrys  y arrestó a varias personas. Las   familias de los detenidos se enteraron de esa forma de su condición sexual. La humillación y maltratos que sufrieron  propiciaron que decidan movilizarse y organizarse para defender sus derechos. Así nació una mesa directiva que se convirtió en Libertad.

La organización Libertad además estuvo a cargo del Miss Gay Andina en 1996. Después de representar a La Paz,  Diana Sofía Galán se convirtió   en Miss Bolivia Gay. Un año antes renunció a su título de Señorita La Paz Gay en un evento a cargo de otra organización. 

 Ella y su nombre empezaron a popularizarse. En tanto,  participaba en  varias  actividades y obras solidarias. En la entrega de  juguetes en un hogar de niños durante la Navidad de 1996, Diana Sofía Galán conoció a Eddy, que se daría a conocer como Edda Sabrina, y se hicieron muy amigos. 

Posteriormente, conoció a Mario, cuyo nombre artístico fue Leonela Sanatini. A su vez, según recuerda, Eddy le presentó a París. El grupo se completó con  Jolie. 

Tiempo después empezaron a hacer shows como grupo, en el que cada quien destacaba con su propia personalidad e identidad. "La gente nos empezó a llamar ‘las Galán’. Fue la gente de la comunidad gay que nos dio ese nombre y empezamos a ser conocidas de esa forma”, añade.

 Un elefante, un pacto  y la Familia

En 1997, alrededor de un año después, Edda obsequió a Diana Sofía, París y Leonela un colgante de plata en forma de elefante que representaba el símbolo de un lazo, una hermandad.
 
Su voz al otro lado del teléfono se torna aguda, el creador de este apellido que trascendió en el tiempo, se emociona recordando la tarde que, según su opinión, fue el inicio de lo que se convertiría en la Familia Galán. 

"A partir de ese momento se genera un compromiso que va más allá que la amistad. Éramos como una familia o como nosotros lo llamamos un hermanamiento”, detalla. 

 Salguero sabe además que si cada uno de los miembros de la agrupación  apela a su memoria,  de seguro  encontrará otras anécdotas, momentos y fechas importantes e incluso sobre el origen de la Familia Galán y no tiene problema con ello; pero le parece válido y necesario manifestar su posición como uno de los protagonistas. 

Los espectáculos por diferentes departamentos de Bolivia incrementaron su popularidad en forma paulatina y constante. Los simpatizantes no tardaron en llegar. 

 La era de las botas de 30 centímetros

En 2001, según recuerda Salguero, París y Danna Galán realizaron un concurso de Drag Queens, algo con lo que  él no estaba muy de acuerdo;  esto  se alejaba de su premisa de hacer un transformismo glamoroso y muy femenino. Un año después al ver un video, facilitado por Jolie Galán, con un show de Drag Queens en Gran Canaria, España,  cambió su perspectiva, la propuesta lo cautivó. La era de las botas de los 30 centímetros había comenzado.

 Las pelucas se cambiaron por tocados, la sutileza por rasgos exagerados en donde la faceta femenina mostraba su lado provocador y más histriónico, era algo que nunca se había visto en  Bolivia. Según rescata Salguero, fue para la elección de Miss Bolivia Gay en 2002, que se realizó en La Paz, que presentaron un espectáculo Drag Queen. 

"Impactó tanto en la comunidad que muchos, que antes no se animaban a transformarse, se decidieron a hacerlo y aunque algunos conservaban sus rasgos masculinos se presentaban con maquillaje y demás cosas. Ya no éramos sólo los cuatro. Ya éramos una familia”, comenta.

Por aquellos años, el grupo conoció a la socióloga Susanna Rance, luego K-os Galán, quien les ayudó a teorizar  sus inquietudes sociales y políticas respecto a ciudadanía sexual, al cuerpo como  una herramienta política para transformar el pensamiento sobre la sexualidad y el género de la sociedad boliviana.

 Para el investigador  David Aruquipa o Danna Galán,   en ese momento empezaron a estudiar a Judith Butler, Lacan y otros pensadores posmodernos.    "No se trataba de una teoría que reivindicaba las identidades, sino que nosotros rompíamos con eso. Entrábamos más a un discurso de las des-indentidades, de las actuaciones de género. Empezamos a ver que nuestra presencia en eventos públicos a la luz del día era lo nuestro. Éramos voz y éramos cuerpo”, explica.  

 La Familia Galán se convirtió en un ícono,  una herramienta política  de interpelación que abrió espacios de diálogo en una sociedad tradicional   que  ha sido reseñada dentro y fuera de Bolivia.  
En España viven otros cinco integrantes de la Familia Galán como Calypso y Jolie. El transformismo allá es un trabajo,  no es una lucha como lo fue en Bolivia, según este boliviano nacido en la mina Catavi, en el departamento de Potosí. En 2008, Salguero se casó con su pareja de nacionalidad española, Fernando.     

No ha regresado a Bolivia desde entonces por compromisos familiares, pero confiesa que lo añora.  Aún guarda el elefante, que selló aquel hermanamiento, al igual que atesora el apellido que le dio "el mundo entero”. Ama a Diana Sofía Galán como a sí mismo. Gracias a  ella dejó si timidez de lado  para presentarse a la vida   sin miedos. 

"Me abrió las puertas a la confianza para tener  mucha seguridad en mí mismo.  Ha sido mi vida entera, no sabría vivir si no fuera por  Diana Sofía Galán”, finaliza.


La lucha política por los derechos y las libertades TLGB

 Para el investigador,   autor y activista por los derechos TLGB (Trans, Lésbico, Gay y Bisexual), David Aruquipa , la Familia Galán tiene tres momentos. 

El primero, es el transformismo muy femenino; el segundo, el transformismo Drag Queen; y el tercero, es el rescate de la memoria histórica de  la presencia de  la comunidad gay en folklore. Muestra de ello es la China Morena y el Waphuri Galán.

 En el segundo momento es vital la presencia de Susanna Rance. "La ciudadanía sexual se trataba de reivindicar las sexualidades en Bolivia; en ese contexto nosotros  interpelamos  el sistema patriarcal y heterocentrista”, dice Aruquipa o Danna Galán.   

La Familia Galán defendió  un discurso en el que  el cuerpo es una trinchera de lucha por el derecho a vivir la sexualidad con libertad. 

 El hecho de elegir una familia  más allá de lo biológico, una familia por decisión propia en la que se pueda ser libre y feliz lejos de la  discriminación, infelicidad y exclusión.  

Decenas de personas son parte de la historia de la Familia Galán. Exseminaristas, artistas, administradores de empresas, lingüistas, agrónomos y comunicadores sociales, entre otros. 

Kris-is, Letal, Calypso, Delito, Dolor, Alisha, Vizio, Irán, Katrina, Fatal son sólo algunos de los nombres de quienes conformaron esta comunidad que se vestía e irrumpía en el espacio público, ya sea en el frontis de una iglesia hasta en el Palacio de Gobierno.

 La Familia Galán  luchó por el ejercicio de los derechos y libertades de la comunidad TLGB al mismo tiempo que  inspiró a artistas, académicos  y escritores en el país y fuera de Bolivia.
 
 
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Avery Jackson, la niña transgénero que será portada del National Geographic

La revista National Geographic hará historia en su número de enero de 2017 con la portada de Avery Jackson, una niña de 9 años trangénero. "La misma pieza que cuenta con Avery presenta también a personas de América, de Oriente Medio, de África y de China”, explica la revista.

Desde que la portada se hizo pública en redes sociales como Facebook, Twitter o Instagram, cientos de miles de personas expresaron su opinión: " Algunos se han mostrados orgullosos y han agradecido que nos pronunciáramos sobre el tema. Otros, sin embargo, se han mostrados furiosos e incluso han decidido cancelar sus suscripciones a la revista”.

Cuando Avery Jackson tenía 6 años les explicó a sus padres, según su edad se lo permitió, que se sentía como una niña a pesar de haber nacido con genitales masculinos. Ante este comportamiento, sus progenitores la llevaron a una psicóloga. La terapeuta clínica Caroline Gibbs, directora del Instituto Trangénero de Missouri le preguntó a Avery: "¿Eres un chico o una chica?” a lo que ella respondió: "Soy una chica. Simplemente lo soy”.

A partir de ese instante, y gracias al apoyo de sus padres, Avery es ahora una niña transgénero. Su valentía y fortaleza la ha convertido en todo un símbolo de la comunidad LGTTB y ahora en portada del nuevo número de la revista National Geographic. Susan Goldberg, editora jefe de la misma explica que "Avery, tan confiada en sus decisiones, es la persona idónea para simbolizar las nuevas discusiones sobre género. Por ello decidimos que ocupara la portada”.

Ocasionalmente la edición de un mes de la revista se dedica, por ejemplo, a un recurso natural en peligro de extinción, o a una civilización antigua o a temas que están directamente relacionados con la ciencia o la naturaleza. En esta línea algunos usuarios se han sentido ofendidos porque el National Geographic vaya a enfocar su nuevo número a tratar el tema de cómo los roles de género se representan en todo el mundo: "Tratan de lavarle el cerebro a la gente asumiendo que estos cambios son biológicos y no culturales”, comenta un antiguo suscriptor de la revista.