Ahora, luce un traje de tela café y es delicada al hablar. Recuerda que en su época de juventud solía vestir jeans de varón y que en muchas ocasiones los muchachos querían golpearla por su apariencia de hombre. "Existe mucha homofobia en nuestra sociedad, pero eso quedó atrás. Es un camino que ya superé”, dice con la voz calmada.
Recuerda que este año fue invitada por un grupo de lesbianas de Alemania y que quedó sorprendida por el nivel de organización de aquella comunidad. "De ahí volví refortalecida”, asevera Torrico, quien ya lleva 50 años dedicados al activismo en derechos humanos.
Coco vivió sola desde los 18 años. Dejó la carrera de Psicología porque -cuenta- la discriminaban porque se enamoró de una compañera y la situación "salió a la luz”. Ahora es secretaria de profesión y poeta.
Su pareja sentimental, con la cual compartió 25 años, murió hace tres años con cáncer en la médula espinal. "Me acostumbré a vivir una vida sola, no tengo compañera”, comenta.
A principios de diciembre fue nombrada como secretaria del adulto mayor del colectivo LGBT de Bolivia.
"Estoy asumiendo este cargo con mucha responsabilidad para tomar acciones que ayuden a los adultos mayores a que nos podamos reunir y tener una vida más amplia”, dice.
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