El Jefe del Estado francés tomó la palabra en el Palacio del Elíseo al día siguiente de que el Parlamento francés aprobara definitivamente la unión en matrimonio de parejas del mismo sexo.
Los parlamentarios de izquierda, esencialmente, aprobaron el martes el texto, una promesa electoral de Hollande que se debatió durante varios meses en la Asamblea Nacional y en el Senado, acompañado de manifestaciones a favor y en contra en las calles.
“El debate ha sido largo, a veces considerado como demasiado largo. Yo no lo creo”, dijo Hollande, que cree que “todas las opiniones son respetables” y, por tanto, hay que “respetarlas”, matizó el Presidente.
Queda pendiente el veredicto del Consejo Constitucional, institución ante la que la oposición conservadora de la Unión por un Movimiento Popular (UMP) ha recurrido para intentar tumbar el proyecto aprobado en el Parlamento.
“Tan pronto como se pronuncie, promulgaré la ley”, declaró Hollande, que llegó al Palacio del Elíseo acompañado por la ministra de Justicia, Christian Taubira, artífice del texto que equipara los derechos en Francia de heterosexuales y homosexuales de cara al matrimonio y la adopción.
Superado el trámite parlamentario que permitirá las bodas entre personas del mismo sexo, el presidente Hollande llamó a los ciudadanos franceses a centrarse sobre lo que es “esencial”, a saber, “el empleo, la recuperación y la confianza”, dijo el Mandatario, muy cuestionado por los sectores más conservadores, según un sondeo de Radio Francia.
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