Los legisladores aplaudieron cuando el presidente de la Cámara de los Comunes John Bercow dijo que fue otorgado el consentimiento real, al día siguiente de ser aprobado en el Parlamento el proyecto de ley que legaliza el matrimonio homosexual en Inglaterra y Gales.
La aprobación de la reina fue una formalidad y la última medida necesaria para que el proyecto fuese ley.
La nueva ley permite a las parejas gay casarse en ceremonias civiles y religiosas en Inglaterra y Gales, aunque la Iglesia de Inglaterra tiene prohibido casar a parejas gay. Además, permitirá a las parejas que con anterioridad se unieron en alianzas civiles, introducidas en 2005, con derechos y responsabilidades similares al matrimonio, transformar sus relaciones en matrimonio.
El gobierno británico presentó el proyecto de ley en enero.
El primer ministro David Cameron respaldó la medida, que dividió a su Partido Conservador y ocasionó debates estridentes en la Cámara de los Comunes y en la Cámara de los Lores.
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