A diferencia de Collins, quien todavía se encuentra activo, en el béisbol de las Mayores nadie se ha atrevido a declararse gay públicamente, lo han hecho hasta ya estar en el retiro.
En 1982, Glenn Burke, un jardinero que jugó de 1076 a 1979 con los Dodgers de Los Ángeles y Atléticos de Oakland, declaró ser homosexual y en 1995 falleció contagiado de Sida.
“Nadie nunca podrá decir que los gays no pueden jugar en las Grandes Ligas. Yo soy gay y lo logré”, declaró en su momento Burke.
Para febrero de 1999, Billy Bean, un ex pelotero que vistió las franelas de los Tigres de Detroit, Dodgers de Los Ángeles y Padres de San Diego de 1987 a 1995, dio a conocer que era gay.
Bean no es el mismo que Billy Beane, quien funge como actual gerente general de los Atléticos de Oakland y es el creador del famoso ‘Moneyball’.
El otro caso de un hombre declarado gay y relacionado con el beisbol de las Grandes Ligas es el del árbitro Dave Pallone, quien en diciembre de 2010, ya retirado, dijo no soportar llevar una doble vida y entonces salió a aceptar públicamente que era gay.
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