domingo, 16 de octubre de 2016

Las parejas homosexuales acumulan patrimonio y celebran uniones simbólicas

Willmer y Rolando son pareja desde hace 15 años y viven juntos hace ocho. Denise y Nicole se conocen cinco años y comparten sus vidas los últimos dos. Ninguna de las dos parejas tiene vínculos legalmente reconocidos. Sin embargo, la primera está unida “espiritual y simbólicamente”, desde que hicieron una ceremonia en 2006. la segunda tiene planificado hacer algo similar en una fecha especial, aún no definida.

En ambos casos, durante el tiempo juntos, acumularon patrimonio. Como ellos, varias parejas de gays o lesbianas no contabilizadas, ni en Cochabamba ni en el país, formaron “una familia”. Así lo consideran ellos. Pero, temen, a futuro, quedarse sin nada porque no existe ley que les ampare en temas de herencia, por ejemplo.

Hace más de un año, la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP) recibió el proyecto de Ley de Acuerdo de Vida en Familia, que se enmarca en el reconocimiento de la unión de personas del mismo sexo (gays y lesbianas), pero no fue incluido en agenda para su tratamiento. Ante este hecho, hace tres semanas, los representantes del colectivo de la población de Transexuales, Lesbianas, Gays y Bisexuales (TLGB) recurrieron a la Defensoría del Pueblo a pedir ayuda. La institución anunció que gestionará el tratamiento de la propuesta en el Legislativo. La Iglesia católica cuestiona estas intenciones de ese grupo.

Denise Vargas de Cochabamba y Nicole Paredes de Santa Cruz abrieron su casa a OPINIÓN.

Ambas se muestran sonrientes y son abiertas al hablar de sus historias y su relación. Tienen a mano fotografías y exponen sus anillos de “compromiso”. Se conocieron hace cinco años, cuando Nicole tenía 28 años y Denise iba a cumplir 18. Ocurrió durante las actividades de incidencia que llevan adelante las mujeres lesbianas y bisexuales de Bolivia. Luego de tres años de relación decidieron vivir juntas, desde el 2 de octubre de 2014.

Las familias de ambas atravesaron por momentos complicados, sin poder comprender la situación. Denise se fue a vivir a Santa Cruz para estar con su pareja. Hace seis meses ambas vinieron a Cochabamba. Ahora, viven con los papás de Denise.

Nicole trabaja como secretaria en un negocio del papá de su pareja.

En estos dos años, como la familia que se consideran, acumularon bienes, entre ellos, terrenos. Nicole explica que la idea era que esté a nombre de las dos, pero, luego, por estrategia decidieron tener dos lotes, “uno para cada una”.

Denise es todavía estudiante universitaria. Su pareja es como la responsable de la manutención de ambas, por ahora.

Willmer Galarza, que es el coordinador del colectivo LGTB, describe que en ocho años de convivencia con Rolando también lograron cosas juntos. Viven en un departamento en el centro de la ciudad y el anticrético alcanza los 20 mil dólares.

Pide la revisión y aprobación del proyecto de Ley de Acuerdo de Vida en Familia y hace énfasis en el reconocimiento de los derechos civiles.

“Por ejemplo, yo soy empleado y tengo seguro social. Tengo mi pareja, vivimos juntos, formamos una familia. Pero, no puedo asegurar a mi pareja en el seguro social, si yo llego a fallecer tampoco gozaría del beneficio de la jubilación”.

Denise y Nicole coinciden con estas afirmaciones. Ellas quieren ser madres y piensan en las dificultades, actuales, de la potestad de un hijo si a alguna le pasara algo.

CEREMONIAS La ausencia de normativa no impide que las parejas homosexuales celebren sus uniones. Se conoce que existen ceremonias, no solo civiles, sino, incluso, con bendiciones, dependiendo de la religión o creencia de las personas.

Willmer es católico y su pareja adventista. Para evitar diferencias hicieron una ceremonia humanista para su unión. “Depende del corazón”.

Aprovecharon la visita de orientadores argentinos y realizaron una recepción que terminó siendo una gran fiesta.

Nicole y Denise tienen planificado hacer una ceremonia, con presencia de las familias de ambas.

Denise no tiene reparos en contar sus planes: “Lo que hemos pensado es que vamos a hacer esa reunión cuando una de las dos se embarace. Lo haremos oficial, el día en que la prueba de embarazo dé positivo. Hemos estado averiguando sobre la inseminación artificial”.

El colectivo de Travestis, Lesbianas, Gays y Bisexuales (TLGB) logró, en mayo, la aprobación de la Ley de Identidad de Género. Esa norma beneficia a las personas transexuales y travestis con la posibilidad de cambiar su nombre en su certificado de nacimiento y cédula de identidad, modificando los nombres de varón a mujer y viceversa. Este colectivo, ahora, impulsa la aprobación de la Ley de Acuerdo de Vida en Familia. El anteproyecto contempla que una pareja del mismo sexo pueda acudir a un notario para legalizar su unión, lo cual estaría plasmado en un documento con el rótulo de Acuerdo de Vida en Familia, en lugar de un certificado de matrimonio civil. La propuesta no establece el divorcio, pero sí la disolución del vínculo.

Para la Iglesia, eso es el equivalente al matrimonio, lo rechaza y reitera que el matrimonio es la unión del varón y la mujer.

Las personas homosexuales que impulsan la norma resaltan que Bolivia es un estado laico y que “no se tiene que pedir opinión a la Iglesia”.

Apuntes

La Constitución

El artículo 63 de la Constitución Política del Estado (CPE) señala que el matrimonio, la unión civil se realiza entre “hombre y mujer”. Para gays y lesbianas este es un impedimento para presentar proyectos de ley relacionados al matrimonio, como ya ocurre en países como Argentina. Ante ese panorama, este sector plantea la propuesta de la ley que permitiría el reconocimiento de las familias de personas del mismo sexo.

Familia homoparental

Aunque son cautos al referirse a “tener hijos”, las personas gays y lesbianas dicen que existe la necesidad de reconocer a las familias denominadas “homoparentales”. Este término está referido a las parejas de hombres o mujeres que se convierten en padres de uno o más niños.

Las religiones

Testigos de Jehová, adventistas, católicos son parte de las características de las familias de las personas entrevistadas por este medio. En algunos casos, el aspecto de la religión ha sido el freno para la aceptación de la homosexualidad de sus familiares.

Para visibilizar la violencia

Resaltando que el objetivo de la legalidad de la vida en familia, de las personas homosexuales apunta al reconocimiento de derechos y obligaciones, el coordinador del colectivo LGTB, Willmer Galarza, explica que, además, tendrían la posibilidad de que sean atendidos, como corresponde, ante situaciones de violencia intrafamiliar. “Por ejemplo, se nos abriría la posibilidad de que en los Servicios Legales Integrales Municipales (SLIM) exista protocolos de atención a parejas del mismo sexo”.

Galarza sostiene que cuando hay “peleas” en estas relaciones, lo que hacen es acudir a la Policía. Pero, los casos se registran en “riñas y peleas” y no se visibilizan los hechos de violencia al interior de lo que denominan una relación homoparental.

“No podemos ir a conciliar. No recibimos el apoyo psicológico y legal adecuado para que podamos arreglar esas situaciones. No hay la posibilidad de llegar a estos espacios”.

Datos

Art. 14

Las personas homosexuales se amparan en el artículo 14 de la Constitución Política, que prohíbe y sanciona la discriminación basada en orientación sexual e identidad de género.



045

La iniciativa legislativa se ampara en la Ley 045 contra el Racismo y toda forma de Discriminación y en la Ley 603 del Código de las Familias. Dispone que la unión legal no aplica en caso de interdicción, parentesco consanguíneo, adoptivo e impedimento por delito o vínculo por tutela.

Denise fue enviada ante psicólogos y psiquiatras

Identificarse como lesbiana derivó en sesiones psicológicas y psiquiátricas, cuando Denise Vargas tenía 13 años. “Descubrí que me gustan las mujeres. Una compañera me acompañaba siempre cerca de mi casa y me nació darle un beso. Realmente, ese fue mi primer beso”.

No tuvo tiempo para “salir del clóset”. Su familia y sus profesores le descubrieron. “Quisieron expulsarnos del colegio. Hubo consejo de profesores, nos mandaron al psicólogo a las dos, a mí hasta al psiquiátrico. Querían hacernos exámenes de hormonas, pero si un psicólogo no tiene en su plan de estudios la homosexualidad es inútil”.

Un año después, a los 14 años, participó de la marcha del Día del Orgullo Gay. “Me quité el antifaz y, desde entonces, me siento pública. La Red de Mujeres Lesbianas y Bisexuales me ayudó a crecer”.

Expresa que para su familia el tema fue complicado. “Mi papá me negó de rabia. Ahora, todos la quieren a mi pareja”.

A Nicole Paredes, también en su adolescencia, la delató una carta que le entregó a su amiga. Ahí, le exponía que era lesbiana. Su mamá hizo como si no hubiera pasado nada. “Yo tenía chico, pero era solo pantalla. Cuando estuve en la universidad tuve la fuerza de decir ‘no más jugar a disimular para que el resto esté bien”. Tratar el tema con su mamá fue difícil. “Ya con lo que yo me salí de su casa para vivir con ella (Denise) tuvo que aceptar a la fuerza”. Ahora, la relación con su progenitora es buena.

Iglesia: Luego van a querer adoptar niños

El sacerdote Miguel Manzanera cuestiona que el colectivo LGTB ya promovió la Ley de Identidad de Género y, ahora, apunten a un equivalente al matrimonio. Teme que el próximo paso sea la adopción de niños.

“Ojalá no se plantee en esta propuesta el tema de poder adoptar hijos. Creo que también sería un error, porque la adopción tiene que ser siempre en función del bien del menor y no solamente de lo que desean los padres. La Iglesia, en principio, está en desacuerdo con este proyecto”.

El coordinador del colectivo LGTB, Willmer Galarza, aclara que la propuesta legislativa no contempla lo relacionado a la adopción de niños. A futuro ni anuncia ni descarta tratar el particular.

“Posiblemente sí, posiblemente no. Estamos analizando las situaciones según nuestro contexto nacional”.

Por su lado, Denise Vargas y Nicole Paredes, expresan abiertamente sus deseos de ser madres, inicialmente dando a luz hijos propios, con inseminación artificial como una de sus opciones. “Dicen que lo van a discriminar por tener dos mamás. Pero, el punto es que el entorno del niño aprenda a reconocer estas diferencias”.

CON HIJOS Denise Vargas sostiene que en Cochabamba ya existen familias homoparentales. Se refiere, en este caso, a parejas de mujeres que tienen hijos, esto significa que son pequeños que tienen dos mamás.

Relata que, en la mayoría de los casos, son mujeres que recurrieron a la fecundación artificial para tener hijos y que muchos de ellos “ya están en la escuela”. “Creo que en algún momento se tiene que abrir el tema de la adopción, si hay gente que puede brindar sustento económico y es responsable, los niños van a tener una familia que los va a amar”.

Nicole Paredes agrega que, incluso, planifican realizar encuentros entre familias homoparentales para conversar del tema. “Que también haya convivencia entre las wawas, para que, por ejemplo, sepan qué hacer ante una situación de discriminación”.

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Iniciativas legislativas

El colectivo TLGB logró poner en agenda dos iniciativas legislativas. La primera fue la Ley de Identidad de Género, que está aprobada, y la segunda es la propuesta de Ley de Acuerdo en Familia.




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