Una de las impulsoras de la iniciativa, Zeljka Markic, declaró que el objetivo de esa consulta es que los ciudadanos "tengan la oportunidad de decir cómo desean arreglar esta sociedad, y eso respecto a una cuestión muy importante, la del matrimonio, la familia y la adopción de niños".
Los reunidos corearon "Croacia, Croacia" y cantaron canciones patrióticas y católicas durante su marcha por Zagreb y, mientras, varios activistas entregaron al Parlamento las cajas con las firmas.
Las firmas apoyan la convocatoria de un referendo en el que los electores contestarían a la pregunta: "¿Está Ud. a favor de que en la Constitución de Croacia se explicite que el matrimonio es una comunidad entre el hombre y la mujer?" "Hemos venido para la salvación de Croacia, de la familia, que es el pilar de toda la sociedad", declaró a Efe Katica, de 63 años, una activista católica de la ciudad de Bjelovar.
La cantidad de firmas reunidas representa el doble de las que prevé la legislación para la convocatoria de un referéndum, y el resultado de la votación en este será vinculante para el ejecutivo.
Los juristas advierten, sin embargo, de que el Parlamento omitió en los años pasados adoptar una ley que definiera detalles importantes sobre los referendos, de modo que ahora las diferencias de interpretación podrían causar una crisis constitucional.
No han sido definidos los plazos ni las posibles cuestiones que se exceptúan en este tipo de consultas, como las relativas a los derechos humanos, según es habitual en otros países.
Según Markic, "esta iniciativa no apunta contra nadie", pero su cumplimiento impediría constitucionalmente la legalización de matrimonios del mismo sexo, objetivo de asociaciones a favor de los derechos de los homosexuales.
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