sábado, 24 de diciembre de 2011

Beso “histórico” en la Marina de Estados Unidos

Los tiempos cambian, los hábitos se mantienen. Entre los besos más preciados en el imaginario popular norteamericano está el del marino. Lo inmortalizó el fotógrafo Alfred Eisenstaed en Nueva York en 1945: un soldado, vestido de marinero, besando a su novia para celebrar el final de la II Guerra Mundial.

Ahora, 66 años después, la Marina de Estados Unidos ofrece otro beso para el recuerdo, el que le plantó la suboficial de segunda clase Marissa Gaeta, de 22 años, a su novia, nada más atracar en el puerto de Virginia Beach el barco “USS Oak Hill”, en el que había servido los últimos dos meses y medio.

El primer beso oficial entre lesbianas de la historia de las Fuerzas Armadas norteamericanas se produjo el miércoles.

Es doblemente importante porque ambas mujeres, novias desde hace tres años, son soldados y se dedican al mantenimiento de armas en navíos de guerra.

En puerto, esperaba con ansia el regreso de su amada la suboficial de tercera clase Citlalic Snell, de 23 años. Gaeta, como aquel marinero de aquella vieja foto en blanco y negro, vestía de impoluto uniforme, con casaca, corbata y gorra blanca.

La del beso es una tradición de mucha raigambre en la Marina más poderosa del mundo como es la norteamericana.

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