domingo, 19 de marzo de 2017

Claudia Flores: ‘Ser madre lesbiana no es un delito’

mía— ¿Cuándo se dio cuenta de su orientación sexual?

Claudia— Siempre supe de mi sexualidad. Me crié en un convento de monjas, en La Paz, y ellas me educaron para cocinar, bordar y casarme. Me adapté a las normas de la familia. Siempre quise ser madre y cuando supe que estaba embarazada, mi padre me impuso casarme para no tener miramientos sociales. Muchos años sufrí y pude entender lo que quería. Entonces me separé de él con cuatro hijos. Como madre sola y lesbiana hice un acto político en la plaza Murillo que salió en los medios y mis padres vieron esto y se molestaron, lo que dio como resultado que me cierren las puertas al igual que amigos, amigas y hasta trabajos.

mía— ¿En qué consistió este acto político?

Claudia— Mi compañera me dijo que nos besemos, fue días antes del desfile Gay Lésbico Bisexual y Transexual (GLBT). Ser madre lesbiana no es un delito. Hay muchas cuestionantes de la sociedad. Mis padres al ver esas imágenes me dejaron de hablar, fue perder a mi familia, pero nunca quise poner en riesgo a mis hijos.

mía— A partir de ese episodio, ¿qué pasó en su vida?

Claudia— Tuve que remar sola. Trabajo en cocina, primero lo hice empíricamente porque tenía que mantener a mis cuatro hijos, me cortaron todo. La familia paterna de los niños también ejerció presión. Busqué ayuda legal porque me dijeron que iban a ir donde una fiscal para quitármelos por ser una madre lesbiana.

mía— ¿Es difícil ser lesbiana y madre?

Claudia— Sí, porque hay normas fijas, por ejemplo en el Día del Padre tiene que asistir el papá. Hay muchas madres solteras lesbianas. Yo siempre quise ser mamá, pero no con un hombre (...). Tengo muchas amigas que son madres lesbianas, pero no salen de ahí por temor a que presionen a sus hijos. Es muy difícil.

mía— ¿Por qué cree que la sociedad es tan discriminadora con la diversidad sexual?

Claudia— Esa discriminación la atribuyo a la falta de cultura sobre el mundo GLBT. En el mundo, muchas compañeras tuvimos que pagar un precio por declararnos lesbianas.

mía— ¿Cómo explicó a sus hijos sobre su elección sexual?

Claudia— Trabajé con el asesoramiento de una psicóloga, una pedagoga y puse mucho cariño. Hubo problemas en la escuela, les cuestionaban por qué tenían dos mamás y les decían que eso no era normal. A los últimos (a los menores) les fue más fácil entender, más que a mi hija mayor, que es adolescente. Por eso me gustaría hacer un libro para hacer caer tabúes. Que yo sea lesbiana no condiciona la sexualidad de mis hijos. Mi hija tiene novio.

mía— ¿Hay alguna diferencia entre una madre heterosexual y una madre lesbiana?

Claudia— Hay un estigma sobre las lesbianas como loca y trasnochada. Como madre lesbiana soy como cualquier madre, tengo los mismos roles y cuidados; despacharlos al colegio y cocinar para ellos, les hago postres, vamos al parque. Les entrego todo mi amor.

Claudia Flores Yáñez nació en La Paz. Tiene 37 años y cuatro hijos. Su pareja es transexual y con ella cría a sus hijos. Desea escribir un libro sobre la maternidad en mujeres lesbianas inspirada en la página GLBT Oveja Rosa y en sus vivencias. Cuenta con una página en Facebook llamada La historia de mis dos mamás, donde practica el activismo.

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