miércoles, 13 de abril de 2011

Hallan los restos del primer homosexual de la historia

Los huesos de un ser humano encontrado en una tumba de un barrio de Praga (República Checa) pertenecen a un hombre que habitó la zona en torno a los años 2900-2500 antes de Cristo. Vivió como una mujer, y como tal fue enterrado, según los arqueólogos.

El esqueleto fue hallado con su cabeza orientada hacia el este y rodeado de utensilios domésticos, comportamientos rituales que sólo se habían visto hasta ese momento en tumbas de mujeres.

“Gracias a la historia y a la etnología sabemos que los habitantes de ese período se tomaban los ritos funerarios muy en serio, por lo que es muy improbable que esa postura se trate de un error”, asegura al Daily Telegraph la arqueóloga jefa del proyecto, Kamila Remisova Vesinova.

“Es mucho más probable que se tratara de un hombre con una orientación sexual diferente, bien porque era un homosexual o bien porque era transexual”, añade.

Los investigadores aportan dos argumentos más que, a su juicio, eliminan cualquier duda al respecto: uno, la postura de los cuerpos. Y dos, los utensilios que les acompañaban.

Según era costumbre en la civilización a la que pertenecían estos individuos, que comenzó en las postrimerías de la Edad de Bronce y terminó en la Edad de Hierro, los hombres eran enterrados sobre su costado derecho y con sus cabezas mirando hacia el oeste, y las mujeres justo al contrario, sobre su lado izquierdo y con sus cabezas apuntando hacia el este. En ambos casos, tanto hombres como mujeres, eran sepultados con los cuerpos en cuclillas.

En cuanto a las herramientas con las que hacían el viaje al otro mundo, los hombres eran enterrados con sus armas, martillos y cuchillos de sílex, además de con generosas porciones de comida y bebida para hacer más llevadero el camino. Las mujeres, por su parte, llevaban consigo collares hechos con dientes o pendientes de cobre, así como jarras y un recipiente oviforme situado junto a los pies.

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