jueves, 1 de septiembre de 2011

Pregúntale a tu amigo gay

Desde hace algún tiempo me empezó a gustar un amigo muy querido, pero hay algunos inconvenientes de por medio, como que él salió hace algún tiempo de una larga relación. Por otro lado, él es menor que yo. De vez en cuando siento que él tiene ondas conmigo, pero no tengo la certeza, porque él nunca intentó nada más, pero tú sabes... algunas miradas y acciones suelen indicar lo contrario. Él es muy tímido y yo no soy muy entradora.
Es horrible estar en la incertidumbre y no sé si lo mejor es hablar con él al respecto o robarle un beso, porque tengo miedo de que se asuste, se aleje y perder la linda amistad que tenemos.
La indecisa

Mi indecisa amiga: Déjame decirte que estoy contigo en eso de la incertidumbre. Por eso dejé de ver novelas mexicanas. Es más, si yo fuese una de esas actrices de las películas de terror que caminan descalza, casi sin respirar, buscando huir en silencio del asesino enmascarado que las persigue a medianoche, simplemente me detendría y gritaría: “¡Mátame ya, desgraciado, pero no me tengas así!”.

En otras palabras, para bien o para mal, lo mejor es quitarnos la duda de encima. No vaya a ser que, por andar esperando al galán que te tiene preocupada, vayas a perder a otros.

Ahora, salvo que él sea menor de edad o que la diferencia entre ustedes sea de más de ocho años, creo que realmente no hay mayor inconveniente. Desde luego, depende mucho de los hábitos y los gustos de cada uno, pero estoy seguro de que, si ya son amigos, es porque tienen cosas en común y la pasan bien juntos.

Sobre el hecho de que el muchacho haya salido de una relación larga, pues creo que es mucho mejor a que siga en ella, ¿no? Obvio, salvo que, en la amistad que comparten, te haya confesado que sigue enamorado o que todavía no ha superado a su ex.

Para saber si eres correspondida o no, más allá de robarle un beso, te aconsejo conquistarlo. En el mejor de los casos, él ya está loco por ti y a la primera, será él quien te robe un beso; pero si no es el caso, gánate su corazón. Primero intenta encontrar situaciones en las que compartan mucho tiempo de calidad los dos juntos (solos, nada de grupo de amigos) y deja que las cosas pasen por sí mismas.

Lo peor que podría sucederte es que vivas momentos geniales con este chico, pero que él sólo quiera ser tu amigo. En este caso, al menos te quitaste la incertidumbre. ¿Verdad? Recuerda que no hay peor gestión que la que no se hace.

La vida es corta, mi indecisa amiga. Hay que aventurarse de vez en cuando y jugarse el todo por el todo. Al final, son esos momentos de latidos a mil por hora los que nos hacen recordar que estamos vivos. De corazón, te deseo lo mejor.

“Hay que aventurarse de vez en cuando y jugarse el todo por el todo. Al final, son esos momentos de latidos a mil por hora los que nos hacen recordar que estamos vivos”

Tu amigo Salvador G.


Salvador G.te ayuda con los problemas del corazón. Escríbele a mia@la-razon.com

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