miércoles, 11 de abril de 2012

Inyectan silicona industrial a travesti y queda en coma

Roberto llegó caminando al hospital Japonés. El hombre de 32 años, con aspecto de mujer, presentaba dificultad para respirar y espectoración sanguinolenta. Una hora después fue conectado a un respirador artificial. El litro de silicona industrial, conocida como aceite de avión, que fue inyectado en sus glúteos y pechos se endureció y afectó a los pulmones.

Roberto, conocido como Mariana, permanece desde el 2 de abril en la unidad de Terapia Intensiva del hospital Japonés. No ha mostrado mejoría.
Según los médicos que lo atienden, el paciente ingresó con hinchazón en los glúteos, consiguieron bajarlos, pero después se endurecieron. Roberto será sometido a nuevos estudios para ver si la silicona industrial no dañó otras partes del cuerpo.

Vanina Lobo, una transexual, aseguró que esta es la segunda vez que Roberto se suministraba silicona líquida en el cuerpo. La primera vez lo hizo en 2011 para aumentarse el busto. Hace poco más de una semana pagó $us 100 por el litro de silicona y otro tanto para que le suministren ese material.
En el hospital no informaron sobre la persona que inyectó la silicona, pero según la investigación realizada por la Red de Mujeres Transexuales de Bolivia (Trebol), el responsable es el también transexual Deysi D., que no es médico.

Consultado sobre el caso, el abogado penalista Abel Montaño manifestó que este caso se encuadra dentro del ejercicio ilegal de la Medicina, pero la situación se agrava por las lesiones ocasionadas.

La presidenta de la red Trebol, Raiza Torriani, adelantó que en el transcurso de las próximas horas denunciará el caso ante la justicia para que se investigue y sancione al responsable por ocasionar el daño y que asuma los gastos que demanda la curación.

Precisamente la parte eco-nómica es la que más aflige a la familia de Roberto. Carmela Salazar, hermana del paciente, aseveró ayer que lo rencontró después de 17 años, cuando el entonces adolescente abandonó su casa con destino desconocido.

Para saber

- Acción. La silicona industrial, conocida como ‘aceite de avión’, se utiliza en las turbinas de aeronaves como lubricante y refrigerante. Las consecuencias de su uso en los seres humanos son dolores fuertes y punzantes, y no existe un recurso médico para remover el material del cuerpo.

- Riesgos. Los peligros de estas singulares intervenciones no son pocos. Una de las más frecuentes complicaciones está en que la silicona de uso industrial, que a veces se utiliza como remplazo de la de uso médico, tiene una densidad diferente que permite su migración dentro del cuerpo. El material comienza a infiltrar los tejidos que no están inyectados y puede llegar hasta la piel, hacer úlceras y producir muchas complicaciones locales.

- Estudio. Otro peligro que genera la inyección de esta sustancia en el cuerpo de una mujer está en la imposibilidad de diagnosticar enfermedades de las glándulas mamarias. Por ejemplo, cuando se hace una mamografía, la placa sale blanca por la silicona, que no permite visualizar el tejido mamario.

- Tratamiento. Los pacientes que se colocan la silicona industrial se ven obligadas a hacerse una cirugía preventiva o profiláctica. Ese tratamiento es para quitarse las glándulas mamarias y hacer una reconstrucción con tejido propio para evitar la posibilidad de desarrollar un cáncer de mamas, ya que de otra manera no se va a poder detectar.

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