Cuando vivía en Santa Cruz, Grover fue obligado a hacer maletas porque para trabajar debía negar su personalidad y su manera de ser. Cuando emigró, llevó archivadas su carrera como profesor y en algún lugar de su equipaje iba su maestría en Sicopedagogía. Aquí no servían, pese a que había hecho demasiado por ajustarse a los moldes conservadores.
EL MOLDE SOCIAL
Llegó a casarse con una mujer y a posar de ‘machote’, según dice, para satisfacer los convencionalismos. Cuando alguna vez buscó cariño en un hombre, este descubrió lo que tenía entre las piernas y en lugar de amor recibió una paliza. Por eso dijo basta y se fue a vivir a una sociedad menos falocéntrica y menos machista.
Allá, en Barcelona, puso en práctica el oficio que aquí ejerció en el salón Ninón. Peinaba. Su objetivo era lucir por fuera como se sentía por dentro. “Lo que ahora siento no es nuevo. No. Siempre me he sentido como una mujer. Después de mi operación solamente se me ha acomodado el contexto, lo físico, lo social, lo sicológico y hasta lo emocional”.
Gastó 51.000 euros en la operación. La mitad fue pagada por el Estado y la mitad salió de su bolsillo. No le importa, porque ahora es feliz. “Soy cálida, eficiente. Esas cualidades estaban ocultas. Antes emanaba odio hacia mí misma porque no podía ser lo que realmente quería”.
Lo primero que hizo fue conseguir los papeles. Sin los documentos de residencia no podía ingresar a un programa de reasignación sexual que lleva adelante el Departamento de Identidad de Género de Cataluña. Después de tener los documentos, empezó el proceso. Primero, una consulta siquiátrica y otra sicológica. ”Es para garantizar que estamos cuerdas”. Por supuesto, no está de acuerdo con el procedimiento: “Mella la dignidad humana”, considera.
ASÍ NACE UNA NUEVA IDENTIDAD
Aunque hay personas que pasan hasta 14 años con un tratamiento hormonal previo a la operación, Yara Victoria solo necesitó tomar las hormonas durante seis meses. Es una tradición o quizá un momento mítico que en el instante de tomar la primera píldora, se adquiera el nuevo nombre. Mientras la tomaba, repetía: “Desde hoy en adelante nace Yara, y empezará a luchar como una mujer transexual dentro de una sociedad exigente, machista y de desigualdades”. Seis meses después, luego de dos días de lavados internos, estaba frente al bisturí.
Cuando despertó, más de 12 horas después, se tocó las partes. Una enfermera le dijo “deja de tocarte, ya no existe”. “Qué bien”, se dijo. No solo se quitó el pene. Se quitó un símbolo, una carga para ella. Termina el relato con estas palabras, quizá dichas por primera vez en Santa Cruz: “Me sentí realizada como mujer, como persona. Las que tienen instrumentos todavía son utilizadas no porque quieran, sino por el morbo del hombre, que quiere descubrir a una mujer con pene. Muchas de las mujeres transexuales no se operan porque el hombre siente morbo. Eso les provoca deseo y ganas de tenerla. Yo no quería ser una mujer con pene, sino una mujer tal como tenía que venir al mundo”. Eso sí, tenía mucho dolor.
UN POQUITO DE MORBO
¿Preguntas? Sí, menstrúa. Es por las hormonas. No, no puede tener hijos. Pero quiere adoptar o recurrir a un vientre de alquiler. Sí, tiene orgasmos vaginales porque conserva las terminaciones nerviosas del placer. Los pechos se los puso un año después. “Antes ofrecía el mundo para que un hombre esté conmigo. Daba cosas, siempre algo a cambio. Ahora me tienen que dar el mundo porque soy una mujer y tengo lo que realmente quiere un hombre, hablando ‘sexistamente’. Pero no falta quien te mida”. Se refiere a lo que pasó en un sauna. Un hombre le dijo: “Eres femenina y sensual. Solo te falta un poquito la voz”. Tuvo que responder que no la midan por su timbre de voz. ”¿Cómo te sentirías si yo te midiera por el tamaño de tu pene?”, preguntó ella y la respuesta quedó flotando.
Esa presencia de ánimo la llevó adelante. Cada vez que la insultaban sentía más fuerzas. “Si me decían ‘hija de puta, eres una malparida’, lo tomaba en el fondo de mi corazón porque creía en mi sexualidad, en mis capacidades. Por eso luché contra lo que se me imponía”. Señala que si alguien le dice que su hijo es gay, no se preocuparía; pero si una madre le dice que su hijo es transexual, sentiría pena porque el camino que ella ha seguido para realizarse es duro. Y todavía le falta más por recorrer. Por ahora, cada mañana se levanta y acude al salón de Feli Gil en la exclusiva zona de Francesc Maciá, en Barcelona. Asesora a personas con su imagen, peina y maquilla. Por la tarde asiste a clases y cada miércoles y sábado dedica tiempo a la Asociación Alas para Todos, de la que es directora y presidenta; coordina el área de trans en la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales (Felgtb) e integra la mesa ejecutiva y de trabajo de la Coordinadora de Gais y Lesbianas, como asistenta social. Su gran meta es conseguir que la Organización Mundial de la Salud deje de considerar la transexualidad como una patología. Su meta a corto plazo es presentarse como candidata a diputada o senadora. Se queda reflexionando: “Quizá alguna mujer ‘normal’ tiene envidia de mí”.
Jin Xing
Ex coronel y bailarina
Música y baile
Tiene 45 años y es una de las pocas personas reconocidas como transexuales por el Go-bierno de China. Su padre era policía. Su hijo sorprendía a todos con su inteligencia, puesto que ganó varias veces los conocidos concursos de ábaco en su país.
Desde temprano
Como ha relatado en varias entrevistas, estuvo consciente de su feminidad desde una edad muy temprana. Fue precoz en varios aspectos. Tenía nueve años cuando se unió al Ejército Popular de Liberación para aprender danza y recibir entrenamiento militar. Fue integrante del grupo militar de danza y llegó a obtener el grado de coronel.
“Que un rayo me caiga”
Solía salir durante la lluvia, pero no a mojarse, sino a esperar que un rayo le caiga para que le cambie su cuerpo por uno femenino.
Profesora en Europa
Estudió danza moderna durante cuatro años en Nueva York. Bailó por toda Europa y enseñó su arte en Roma. En 1996 se sometió a la operación de reasignación sexual, que le dejó una pierna temporalmente paralizada. Tiene tres hijos adoptivos. Vive con su esposo en Shangai. (Biographers)
Evie y Amanda
Las ‘trans’ de Obama
Evie, la niñera
Evie fue la encargada de cuidar al pequeño Barack Obama, a quien llamaban ‘Barry’. El futuro presidente de Estados Unidos vivía en Indonesia con su familia. La agencia AP cuenta que Evie conoció a Anne Dunham, la mamá de Barack Obama, en 1969. Quedó impresionada con sus hablidades como cocinera y la contrató. Luego se hizo cargo del pequeño Barry.
Hoy vive en un barrio pobre de Indonesia, un país musulmán peligroso para los transexuales, que son asesinados con frecuencia. Sobrevive lavando ropa. Acude a la mezquita cinco veces al día.
Amanda Simpson
Nació como Mitchell Simpson. Era instructor de vuelo y piloto de pruebas. Fue subdirectora para Desarrollo de Tecnología Avanzada en la compañía Raytheon Missile Systems cuando se operó. Fue nombrada por Obama como asesora técnica de la Oficina de Industria y Seguridad. Tiene experiencia política. En 2004 fue candidata a la Cámara de Representantes por Arizona. No ganó la elección. (AP y NY Times)
Diana Marroquín
Candidata Política
Diana Marroquín Bayardo (derecha), popular por sus espacios en televisión, radio y prensa, en los que habla del horóscopo chino y lanza predicciones, atravesó un largo periplo para pasar de hombre a mujer y que el Estado admitiera su nueva identidad.
Fue la primera transexual con estatus legal en lanzarse como candidata a diputada federal en las elecciones de julio del año pasado en México, un país considerado machista y donde se han registrado cientos de crímenes por homofobia.
Pese a ese machismo, la capital -Ciudad de México- ha ido en contrasentido del país y ha aprobado leyes progresistas como la despenalización del aborto, las bodas homosexuales y la legalización del cambio de sexo. Diana está hoy enfrentada con el partido PRD, que la apoyó. (Dbayardo)
Chaz Bono
El hijo de Cher
Fama al nacer
Nació de la unión de las megaestrellas Cher y Sonny Bono. Siempre estuvo en la mirada del público, desde que sus padres conducían un programa de comedias en la televisión.
La música
Intentó dedicarse a la música, pero fue el activismo lo que volvió a dirigir la atención hacia su persona. Es abogado especializado en derechos civiles y ejerció brevemente el periodismo.
Una campaña
Llevó adelante una campaña para ‘salir del closet’, es decir, proclamar abiertamente la identidad sexual. En ese momento era portavoz de Human Rights Campaign. Actualmente es legalmente varón. Escribió dos libros acerca del tema. Hay una película documental sobre su vida: Becoming Chaz.
Georgina Beyer
La primera alcaldesa y parlamentaria transgénero
Alcaldesa
Se convirtió en la primera alcaldesa transexual del mundo al resultar electa por los votantes de la población neocelandesa de Carterton en 1995. Sirvió en el cargo hasta el 2000. Su ascenso comenzó al ganar una elección para una directiva escolar.
Activista
También fue la primera transexual en integrar un parlamento, entre 1999 y 2007.
Luchó para que el término ‘identidad de género’ entre en la lista de los derechos humanos. Eso prohibiría, de hecho, la discriminación contra las personas debido a su identidad de género. La propuesta formó parte del Partido Laborista y causó mucha controversia.
Retiro
En 2004 decidió retirarse de la vida política, pero la campaña realizada por una iglesia local volvió a estimularla. Decidió que el discurso de esa iglesia no podía quedar sin refutación. Des-pués de ganar nuevamente su lugar en el parlamento, en 2005, decidió retirarse. Fue en 2007.
Problemas
En 2010 dijo que tenía problemas financieros desde que dejó la actividad política. Actualmente está desempleada y ha presentado su candidatura para recibir ayuda estatal.
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