domingo, 6 de septiembre de 2015

Diversidad de género, más allá de las estructuras

TODAS LAS PERSONAS, DE TODAS LAS EDADES, DE TODAS LAS CULTURAS, DE TODO EL MUNDO, SOMOS IDÉNTICAS PORQUE TENEMOS LA MISMA DIGNIDAD Y GOZAMOS DE LOS MISMOS DERECHOS HUMANOS. PERO ESTO NO SE CUMPLE EN BOLIVIA.

Conocí a Cris el primer día de la ExpoSida/ExpoVida de Cochabamba. Delgado, de apariencia algo frágil y un poco gótica, todo vestido de negro. Con el pelo oscuro atado en una cola y la cámara de fotos colgando del cuello, era un fotógrafo más de los que había en el evento. Hablamos para concertar una entrevista al día siguiente y me preguntó de frente “¿Desde cuándo soy tan importante para que me entrevisten”? Quiero contar tu historia, me han dicho que es muy interesante, le respondí y él levantó una ceja que en ese momento me fijé estaba perfectamente perfilada, “No, no es interesante, es una vida, sólo que diferente”, me contestó.

Quise tragarme el adjetivo, pero él sonrió cercano y me extendió una mano de dedos largos y bien cuidados, “no te preocupes, seguro nos vemos mañana.”

Obviamente al día siguiente preparé cámara y grabadora, libreta de apuntes y toda mi buena disposición para entender por qué la vida de este hombre podía ser diferente. Tan diferente que varias personas me habían aconsejado hablar con él para darle forma a la nota que estaba preparando. Pero cuando llegué, no lo encontré.

Busqué en los pabellones, y nada. Nuevamente en el café donde habíamos quedado, y no estaba. Me plantó el “diferente”, pensé. Y de pronto me tocaron el hombro, “Mónica, te estaba esperando”. ¿Cristina? “Solo Cris”, me dijo mientras me señalaba un lugar para sentarnos y conversar.

Esta mujer delgada, de pelo largo, mucho mejor maquillada que yo, que usaba una blusa negra, una falda café, accesorios y unos tacones altos, era el mismo joven que ayer me decía que su vida era diferente.

No lo reconocí hasta que me fijé en sus cejas y se lo dije. ¿Esto significa que eres homosexual verdad?, aseguré. “Para nada, me gustan las mujeres y he tenido algunas novias, sólo que de vez en cuando me gusta vestirme como mujer. La sexualidad no es tan simple”. Tenía razón, definitivamente es diferente.



UNA VIDA DIFERENTE

Cris es más él la mayoría de veces. Es un hombre de 34 años que parece de 23, trabaja como fotógrafo y camarógrafo y es muy bueno en lo que hace. Llegó recientemente a Cochabamba y trabaja esporádicamente en lo que puede. Y cuando trabaja debe vestirse de hombre para no despertar ninguna suspicacia homofóbica.

Vive también de algunos ahorros que le quedaron de cuando trabajaba en La Paz, donde nació. Su familia sigue en La Paz, pero él no la ve mucho porque sabe que no van a entenderlo y él no tiene por ahora ánimos de explicarles que hay que abrir la mente. Hay que amar sin ataduras.

“Nunca me considero una mujer en cuanto a la mentalidad o a la crianza que tenido. Yo tiendo a considerarme un hombre, no puedo salir de eso al menos todavía y creo que no me sentiría cómodo saliendo; en ningún momento me asumo como mujer ni creo que quiera hacerlo. Otra cosa muy distinta es cómo uno quiere verse en el espejo: a mí me gusta tomar parte de la estética que tienen las mujeres y quiero esa estética para mí tal como una mujer puede decir me gusta esa chaqueta y la quiero para mí, y además la quiero ceñida”, explica pausado, con voz suave, como para que me quede bien claro.

“Soy heterosexual, no me atraen los hombres no pienso construir una familia con un hombre para nada, busco una mujer y a la larga establecer una relación. En resumen, puedo usar falda pero eso no significa que me gustan los hombres. Eso sí, me reconozco un poco andrógino."



DERRIBAR LOS PREJUICIOS

Definitivamente este ser humano que tengo al frente derriba todos mis conceptos, que pensé eran amplios, pero no. Resulta que en el mundo de la identidad sexual, del género, no existen blancos o negros, los matices son cientos, y esta amplitud se aplica a todo el ámbito de la población GLBT pese a los estereotipos que se tienen al respecto (Ver recuadro).

Al respecto, de acuerdo a las últimas publicaciones en sexualidad y salud, la identidad sexual, el género, el cambio de éste, la aceptación de otro y todo el enorme espectro que involucra la sexualidad de una persona, hoy hay nuevos términos que abarcan otras formas de sexualidad como la polisexualidad, que es la orientación sexual que consiste en la atracción sexual, emocional o estética por individuos de diversos géneros sin discriminar y que difiere de la bisexualidad típica establecida (hombre y mujer) en el hecho de que dichos individuos contradicen y niegan tal condición tradicional.

La pansexualidad engloba la atracción básica hacia todos los tipos de género, mientras que la polisexualidad sólo aboca la atracción o interés hacia un cierto grupo. Es decir, ambas sexualidades se enfocan en la pluralidad del género humano, pero mientras que la polisexualidad lo hace sólo hacia algunos géneros, la pansexualidad lo hace hacia todos.

Actualmente, esta orientación no ha presentado una iconografía referente a símbolos como banderas de colores u otros fácilmente reconocibles que sean popularmente aceptados y difundidos.

Esto ocurre por la pobre difusión que existe del concepto de la pluralidad de géneros, y de la existencia de las sexualidades desarraigadas al sistema binario, el que “debe” ser.

La diversidad sexual nos habla de la diversidad que encontramos en todas las personas relacionadas con el deseo de relacionarse erótica y sexualmente.



MENTE CERRADA

La intolerancia tiene como fundamento el rechazo a todo aquello que se considere diferente y con este argumento se justifica la discriminación. Una persona intolerante no acepta la pluralidad como marco de convivencia porque no reconoce ni se da cuenta de que en la diversidad se encuentra la posibilidad de enriquecimiento personal y social de todas las esferas personales y sociales.

La discriminación que se comete en contra de las personas por sus identidades sexuales es conocida como homofobia. Es decir, la homofobia son todos los actos que limitan el acceso, goce o ejercicio de los derechos humanos relacionadas con estos grupos hasta los actos de violencia.

La manera como vivimos nuestro deseo sexual está vinculado con lo que somos, no es algo rígido ni permanente a lo largo de nuestra vida, es algo dinámico y cambiante, de la misma manera que nos transformamos nosotras y nosotros mismos.

Cuando se habla de identidades sexuales se considera que estas se conforman con tres dimensiones:

a) la identidad de género; si nosotros/as sentimos que somos hombres o mujeres;

b) la orientación sexual; si nos sentimos atraídos sexualmente hacia los hombres, las mujeres o ambos;

c) la identidad política: si nos identificamos públicamente como heterosexuales, homosexuales, bisexuales, transexuales, etcétera.

Por supuesto estas tres dimensiones nos permiten hacer una serie de combinaciones que cambian a lo largo de la historia de vida de la persona. No hay modelos fijos ni una relación de causa efecto entre las tres.

Encontramos así una diversidad de actuaciones del ser mujer, del ser hombre, del relacionarse amorosamente del ser homosexual, del ser heterosexual, del ser bisexual, del ser transexual, y como consecuencia; una diversidad infinita de la combinación de la interpretación de vivir las tres dimensiones. De la misma manera, tenemos entonces que las distintas personas nombran de diferente manera sus propias identidades.



LA DIVERSIDAD EN BOLIVIA

En Bolivia no existe una cifra oficial de cuánta es la población GLBT. En el último censo se descartó incluir esta pregunta por el supuesto sesgo que originaría el que mucha población GLBT no admita su orientación sexual ante un encuestador. Por el momento sirve de apoyo la estimación de las Naciones Unidas que dice que el 10% de la población mundial pertenece al colectivo GLBT.

En el país, pese a que es un Estado cuya Constitución tiene leyes que dicen respetar la identidad de género, la población GLBT es muy vulnerable. Y pese a que Bolivia es un país laico, los dogmas religiosos se imponen sobre esas leyes.

De acuerdo a representantes de la comunidad en Cochabamba, que no quieren ser identificados, los derechos que se vulneran van más allá del sí o no al matrimonio civil, sino que afectan la identidad de una persona. “Uno nace hombre y no importa cuál sea su orientación, para el Estado morirá hombre, entonces ¿a qué respeto a la identidad de género se refiere nuestra Constitución?”

El negar el matrimonio legal a las parejas con distinta orientación sexual, es una de las mayores vulneraciones a los derechos humanos por lo que las uniones GLBT en Bolivia son simbólicas e incluso hay quienes adoptan alguna medida legal alternativa para construir y proteger un patrimonio en común.

También se les niega la conformación de una familia, ya que sin el reconocimiento del matrimonio no es posible conformar un núcleo familiar que permita la adopción de niños, construcción de patrimonio, herencia, registro en cajas de salud, etc. Incluso no es posible gozar de ciertos beneficios o planes bancarios, financieros, créditos, etc. No obstante muchas parejas del mismo sexo conviven juntas y crían una familia.



SOY QUIEN SOY

Puntualmente el tema de la identidad de género es una de las puntas de lanza en la lucha de la colectividad GLBT ya que una persona transexual no es reconocida por el Estado.

Alguien que opta por un cambio de sexo debe iniciar una serie de largos y difíciles procesos para cambiar de nombre y sexo en los documentos de identidad, y pocas veces lo logra. Por ello muchas mujeres transexuales aún deben citar su nombre de varón al momento de votar (muy pocas ejercen el derecho al voto), e incluso una transacción bancaria puede dar pie a susceptibilidades muy incómodas cuando cajeros atienden a alguien con nombre de varón y apariencia femenina.

En el tema laboral, los despidos o directamente la no contratación de personas GLBT son evidentes, en este caso no existe la Ley contra el Racismo y Toda Forma de Discriminación.

Se sabe de casos donde universidades con base religiosa, católicas entre otras, despidieron a docentes descubiertos o declarados gay o lesbianas. Además las personas transgénero tienen muchas dificultades a la hora de tramitar títulos en sus institutos. En cuanto a unidades educativas privadas y estatales, cualquier sospecha de homosexualidad, o la sola diferencia del otro u de la otra, implica un acoso despiadado.

Igualmente la Policía hace abuso de su fuerza y se ha sabido de casos extremos de violencia contra personas homosexuales o transgéneros, abusos que no han sido castigados. Y si hoy en día resulta caro, moroso y desgastante culminar procesos de feminicidio, infanticidio o violencia entre la población en general, es casi imposible imaginar la desafortunada situación de la población GLBT que carga consigo además los estigmas y prejuicios de la sociedad.

Incluso la salud, que es un derecho básico de cualquier ser humano, se ve afectada porque una persona transgénero no recibe la atención que necesita, está a la merced de la curiosidad, el prejuicio, los comentarios maliciosos o la actitud del personal de salud que es renuente a prestar atención médica bajo cualquier pretexto.

En síntesis, en Bolivia los derechos humanos de esas personas se ven entorpecidos y vulnerados porque la diversidad en orientación sexual y genérica no cuadra con un sistema que en la práctica y en la norma reconoce plenamente sólo a una orientación sexual sin género intermedio: Hombres y mujeres heterosexuales.



SOLIDARIDAD

De entre la población GLBT nacen organizaciones de activistas. Muchas buscan o reciben financiamiento de ONGs, fondos o embajadas para proyectos específicos o al menos reciben apoyo mínimo para la impresión de afiches o material educativo sobre prevención. Sin embargo la mayoría de organizaciones no cuenta con financiamiento y tiene que buscar alguna forma de autofinanciamiento, por ejemplo una organización en Cochabamba inauguró un bar GLBT para financiar actividades y eventos de la organización. Así como el grupo Mujeres Creando inauguró en La Paz el café La Virgen de los Deseos.

Otro tipo de apoyo tiene que ver con asesoría legal en materia de derecho para generar propuestas ante autoridades municipales y gubernamentales para lograr cambios en códigos, legislación y normativas que afectan los derechos de la población.

También instituciones que tratan el tema de VIH/sida incluyen a la población GLBT entre sus campañas de prevención y diagnóstico de la enfermedad, aunque cabe aclarar que no por su orientación sexual esta población está más cercana al virus, que hoy afecta sobre todo a los heterosexuales.

Al respecto este año, el Instituto de Desarrollo Humano, que organiza anualmente la ExpoSida en Cochabamba, informó a casi 30.000 estudiantes sobre lo que significa cada identidad y la importancia del respeto a las personas, sin prejuicios por su orientación sexual.

En cada departamento del país existen organizaciones debidamente registradas y otras informales. Desafortunadamente cada organización tiende a actuar en base a su propia agenda impidiendo que exista una plena coordinación, ya sea por diferencias ideológicas o simplemente porque la realidad de la población gay tiene prioridades distintas a las de la población trans o lesbiana.

Sea cual sea el caso, se hacen esfuerzos para coordinar a nivel nacional todas las causas por lo que se crean organizaciones nacionales o coaliciones que se reúnen en asambleas nacionales. En dichos eventos se reúnen organizaciones de todo el país para redactar acuerdos que recogen una serie de demandas, problemáticas (derechos vulnerados). También se coordina la organización del desfile anual del Orgullo GLBT.

Cada departamento realiza su propia marcha, pero también se elige un departamento sede para la gran marcha nacional donde delegaciones de los nueve departamentos participan. Este 2015 le tocó a La Paz.

Cris no está muy de acuerdo con estas demostraciones aunque no las juzga. Piensa que no es real ese mar de lentejuelas, botas altas y maquillaje que muchas veces ocultan a la persona detrás de lo que es casi un disfraz, que la vida cotidiana de una persona transgénero está lejos de ser una fiesta, pero al mismo tiempo entiende que quienes participan en este desfile quieran demostrar su valor de ser diferentes. Cada persona paga un precio, a su manera. “Sé que el precio por ser lo que soy es la soledad, pero ya no le tengo miedo, espero encontrar una mujer que me ame, pero no voy a dejar de ser yo, y de luchar para que la apariencia no sea lo que determine quién eres o lo que eres. Y esta es mi forma de rebeldía”, dice. Y sonríe. “Soy feliz, a mi modo.”



IMPORTANTE ENTENDER

La sigla GLBT intenta clasificar de alguna forma las diversidades sexuales. Básicamente se comprende en:



Gay: Hombres que tienen relación sexual y/o afectiva con otros hombres.
Lesbianas: Mujeres tienen que relación sexual y/o afectiva con otras mujeres
Bisexual: Mujeres u hombres que tienen relación sexual y/o afectiva con mujeres y hombres.
Transgénero: Término que encierra a transexuales, travestis transformistas de los cuales cada uno puede tener una orientación diferente, homosexual, bisexual, heterosexual.
Identidad de género: Cómo una persona se autoidentifica o asume una identidad masculina o femenina o intermedia, combinada, alterna, etc.
Genitalidad: Se refiere al sexo biológico genital y cromosómico de nacimiento.



ORGANIZACIONES GLBT EN BOLIVIA

Adesproc Libertad GLBT : Organización GLBT (La Paz)

Comité DSG: Organización GLBT (Cochabamba)

Red LB Bolivia: Organización de lesbianas de Bolivia (Representación en CBBA y

Santa Cruz)

OTRAF: Organización de población Transgénero (La Paz)

Igualdad GLBT: Organización de población GLBT (Santa Cruz)

MTN: Organización de población Transgénero (Cochabamba)



"Aunque Cris sea un hombre, el que le guste vestir de mujer ya es un conflicto para aquel que debe darle trabajo, para su familia, incluso para sus amistades. Pero un ser humano es el que está debajo de la ropa, una persona profesional y capaz como cualquier otra"

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