lunes, 15 de julio de 2013

Más países aceptan matrimonios entre personas del mismo sexo

El pasado 14 de mayo, Brasil se convirtió en el tercer país latinoamericano donde en la práctica es posible el matrimonio entre personas del mismo sexo y a diferencia de los otros dos, Argentina y Uruguay, la iniciativa partió de la Justicia y no del Parlamento.

En varios países de la región el matrimonio gay tiene seguidores y detractores lo cual induce a preguntarse: ¿Está América Latina preparada para el matrimonio gay?

Algunas personas lo califican como un avance de las sociedades, mientras que otros sectores conservadores y religiosos niegan y condenan la unión o el matrimonio entre homosexuales.

Daniel Ruiz, activista por los derechos de los homosexuales en Bolivia, indica que el país poco a poco está conociendo a profundidad que los homosexuales y lesbianas no son una minoría, que tienen los mismos derechos y obligaciones que cualquier ciudadano.

“Y un derecho que tenemos es el matrimonio. Estamos hablando de un derecho civil con obligaciones y derechos como cualquier heterosexual. La sociedad tiene que comprender que pedimos matrimonio no para entrar en la catedral con una marcha nupcial de fondo. Nuestra orientación sexual no nos hace ni más ni menos”, sostiene Ruiz.

Con relación al avance en países vecinos, el activista pondera que otras naciones hayan avanzado en sus reglamentaciones jurídicas este aspecto, lo cual debería ser tomado en cuenta por las leyes bolivianas.

“Creo que muchas cosas que estamos defendiendo y haciendo será para el disfrute de otras generaciones”, asevera.

Por su parte, Mary de la Fuente, vicepresidenta a la Red de Mujeres Lesbianas y Sexuales de Bolivia, dice que la sociedad boliviana no está preparada para aceptar los matrimonios entre mujeres u hombres.

“Se debe realizar un proceso. Muchas personas todavía tienen prejuicios y estereotipos enraizados en su mentalidad y conducta, por eso es muy difícil aceptar el derecho civil de los gais y lesbianas”, reflexiona.

De la Fuente afirma que “desafortunadamente” las autoridades nacionales no están sensibilidades con la diversidad sexual.

“Hay trabas, hay muchas estructuras estatales que prohíben el avance de un anteproyecto de ley, pero desde este micro espacio estamos fortaleciendo a mujeres y hombres capacitándolos en sus derechos y en defensa de su sexualidad”, manifiesta.

El país pionero en reconocer legalmente el matrimonio gay en América Latina fue Argentina en 2010, aunque desde antes ya era legal en Buenos Aires, como lo es en la capital mexicana.

La presidenta argentina, Cristina Fernández, impulsó en 2010, un año antes de ser reelegida, un proyecto para dar a los homosexuales el derecho a casarse al que se enfrentó, entre otros, el hoy papa Francisco y entonces cardenal Jorge Mario Bergoglio.

El cardenal Bergoglio bautizó como una “guerra de Dios” la campaña que la Iglesia desplegó sin éxito contra la ley de matrimonio gay en Argentina.

A Argentina le siguió Uruguay, con una ley de Matrimonio Igualitario que fue firmada por el presidente José Mujica y el ministro de Educación y Cultura, Ricardo Ehrlich, a comienzos de mayo y que entrará en vigor 90 días después, por lo que las primeras bodas entre parejas del mismo sexo serán en agosto.

El Congreso de Perú no se pronuncia

En Perú, un proyecto de ley sobre patrimonio compartido reposa congelado desde 2010 en el Congreso, aunque “no crea familia, únicamente reconoce copropiedad y no da capacidad de heredar”, dice Giovanny Romero, presidente del Movimiento Homosexual de Lima.

“Cada semana es asesinada una persona homosexual en Perú, pero nuestro Congreso se niega a debatir una ley para prevenir estos crímenes y agravar las sanciones bajo el vil pretexto de que es el primer paso de una estrategia rumbo al matrimonio”, dice.

Una encuesta de Ipsos Apoyo en 2011 registra un 76 por ciento de peruanos en contra de legalizar la unión civil entre personas del mismo sexo, un 82 por ciento contra el matrimonio y un 88 por ciento contra la adopción.



LA IGLESIA MANTENDRÁ SU OPOSICIÓN

La Iglesia Católica reitera su oposición a los matrimonios entre personas del mismo sexo, pero no así a la unión.

El vicario judicial del Arzobispado de Cochabamba, Miguel Manzanera, indica que el matrimonio es por amor entre un hombre y una mujer con el objetivo de procrear y conformar una familia.

Según el sacerdote, esa figura no pasa con las uniones entre gais o lesbianas, puesto que éstos no tienen la capacidad de mantenerse por largo tiempo como el matrimonio ni tampoco la de procrear un ser.

“Sin hacer ningún tipo de discriminaciones la Iglesia sostiene que no debe darse matrimonios entre personas del mismo sexo.

A las uniones se podría facilitar ciertos hechos como el seguro de vida, la enfermedad o la herencia, pero no homologar el matrimonio”, indica.

Sostiene que el matrimonio es primordial para la sociedad y el Estado.

El papa Francisco publicó el pasado 5 de julio su primera encíclica, “Lumen fidei” (La luz de la fe), en la que subraya que el matrimonio es “la unión estable entre un hombre y una mujer” y exhorta a la pareja a cultivar la fe en la familia, con los hijos.

El papa desvela que Benedicto XVI ya había prácticamente completado esta encíclica.

La encíclica está dividida en cuatro capítulos y ocupa 85 páginas.

El primero, “Hemos creído en el amor”, trata sobre la escucha de la llamada de Dios; el segundo, “Si no creéis, no comprenderéis”, es sobre la relación entre la fe y la verdad; el tercero “Transmito lo que he recibido”, se centra en la nueva Evangelización, y el cuarto, “Dios prepara una ciudad para ellos”, sobre fe y el bien común.



OPOSICIONES

El Congreso colombiano rechazó a fines de abril un controvertido proyecto de ley con el que se pretendía legalizar en el país el matrimonio entre personas del mismo sexo.

El proyecto de ley se hundió por 51 votos en contra y 17 a favor, dijo el Senado de Colombia en su cuenta de Twitter.

Desde el principio del debate, la Procuraduría, en representación de la sociedad, y la Iglesia Católica expresaron su desacuerdo con el proyecto de ley. El Gobierno, en tanto, se alejó del tema y no invitó a los senadores a votar en determinado sentido.

La iniciativa puede ser presentada de nuevo, según las leyes.

El proyecto fue presentado ante el Congreso porque el 26 de julio del 2011 la Corte Constitucional, la máxima instancia para dirimir asuntos de la carta magna, dejó en manos del Parlamento la decisión de legislar sobre los matrimonios de parejas del mismo sexo.

Actualmente, las parejas homosexuales en Colombia pueden registrar ante un notario las llamadas “uniones de hecho” o “uniones civiles” pero sin que ello constituya un matrimonio y disfruten todos los derechos, incluyendo la adopción.

Aunque no hay cifras oficiales, grupos no gubernamentales como Colombia Diversa, que defiende los derechos de la comunidad de lesbianas, gais, bisexuales y transgéneros, calcula que al menos entre 8 y 10 por ciento de la población del país de unos 46 millones de personas es gay y al menos 300.000 colombianos forman parejas del mismo sexo.

Ecuador

El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, expresó su oposición al matrimonio homosexual, pero ante el rechazo de los activistas por los derechos de las minorías sexuales, propuso un referendo para que los ciudadanos se pronuncien sobre la adopción de las bodas gais.

“Yo tengo en el gabinete a personas de los grupos GLTBI (gais, lesbianas, transexuales, bisexuales e intersexuales). Se ha rescatado mucho el respeto a estos grupos, pero no creo en el matrimonio gay”, dijo en una entrevista con el canal privado RTS.

Correa, en cuyo gabinete la ministra de Salud es abiertamente lesbiana, afirmó ser “muy progresista en la parte económica y social, pero bastante conservador en cuestiones morales” y aclaró que no pretende transmitir sus valores y principios, aun cuando tenga “todo el derecho” de hacerlo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario