En ese contexto, invocó a los sacerdotes formar discípulos que sean capaces de seguir pregonando las enseñanzas de Jesucristo a pesar de las dificultades, pues este mensaje "nos abre los ojos. Hay que decir lo que Dios nos ha mandado decir".
"Frente a las amenazas a la vida desde el momento de la concepción, o con unos términos infelices muertes provocadas, frente a quienes quieren imponer la gracia de vivir, la gracia del matrimonio, con cosas totalmente ajenas a nuestras culturas. Nosotros tenemos que seguir hablando del proyecto de Dios para que no haya engaños, para que no haya caminos falsos que puedan llevarnos a la destrucción natural", dijo.
"Defender la vida y la vida en abundancia nos hará decir las cosas con claridad no para herir, no para dividir, sino para convocar a una reflexión de toda la sociedad antes de proceder a dar solamente cosas convertidas en leyes para satisfacer algunos deseos y algunos caprichos”, añadió.
De esa manera, el Cardenal fijó una posición clara de la Iglesia Católica respecto a la intención de un colectivo boliviano de impulsar en la Asamblea Legislativa la aprobación en 2012 de un proyecto de ley destinado a reconocer la unión civil de personas del mismo sexo como un derecho humano y amparado en que la Constitución no acepta la discriminación en razón de orientación sexual.
"Este mensaje refleja el sentido de nuestro servicio como cristianos de cómo defender la obra de la creación”, apunto.
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