domingo, 5 de junio de 2011

Identidad. Los gais, lesbianas, bisexuales, travestis y transexuales socializan su propuesta

La comunidad de personas con diferente opción sexual ha reactivado su intención de que las leyes bolivianas les reconozcan el derecho de unirse en matrimonios civiles. Su planteamiento, como sucedió tiempo atrás, ha provocado voces a favor y en contra, volviendo el tema altamente polémico.
Sin embargo, lo que ahora ha cobrado relevancia mediática es una realidad que ya sucede en diferentes puntos del país.
Un ejemplo de esto es la pareja formada por Juan y Pedro (nombres ficticios). Ambos conviven desde hace más de diez años bajo un mismo techo, como una pareja cualquiera.
Juan es transexual. Viste de mujer y en la calle la llaman ‘señora’. Él trabaja como ayudante de cocina en un restaurante de un mercado cruceño, empleo con el cual ayuda a mantener a los dos hijos que cría junto a su pareja.
Tanto Juan como Pedro no necesitaron de la autorización judicial boliviana para hacer realidad su intención de vivir juntos y aunque no gozan de las obligaciones y derechos que les otorga la legislación familiar nacional, su vida parece desarrollarse con normalidad.
“Hay mucha gente que espera la aprobación de esta ley, como también hay a quienes no les interesa. Nosotros estamos peleando por gozar de los derechos que tenemos como bolivianos que somos”, sostuvo Víctor Hugo Vidangos, el estilista cruceño más conocido como Ninón.
Ninón, que hace tiempo asumió su preferencia sexual por personas del mismo sexo, asegura que él conoce al menos 20 parejas que se pondrían en primera fila para casarse de aprobarse esta normativa y unas diez que, sin la modificación de las leyes que ellos persiguen, ya viven uniones con personas del mismo sexo y que tienen hijos a los que hacen estudiar, visten y educan.
“De momento no sé, pero si se me presenta un príncipe azul que me aguante, seguro que me casaría”, comentó Vidangos y aclaró que pese a que todavía no forma parte de los postulantes a unirse a través de una boda civil, su lucha continuará para que esto se haga realidad.
En agosto de 2010 Ninón presentó un proyecto de ley para la unión entre parejas del mismo sexo, documento que debe estar guardado en alguno de los cajones de la Brigada Parlamentaria Cruceña, instancia en la que hizo su exposición.
Jorge Flores Reus, presidente parlamentario de aquel entonces, admitió que el proyecto sí lo conoció, pero indicó que en su gestión no lo remitieron a la Asamblea Legislativa Plurinacional para su discusión, puesto que primero se mandaron los proyectos de desarrollo regional. “Creo que en esta gestión tampoco se envió nada al Parlamento”, agregó Flores y señaló que la comunidad con opción sexual diferente puede recurrir de forma directa a cualquiera de las cámaras legislativas en La Paz.
Precisamente este espacio de discusión es el que eligió el presidente de Igualdad (instancia que aglutina a los gais, transexuales, bisexuales y lesbianas), Álex Bernabé, para buscar que el tema sea incluido en la agenda política. “Estamos trabajando en la socialización de nuestra propuesta”, apuntó.
A decir de Bernabé, resulta difícil calcular el número de personas que tienen una opción sexual distinta en el país, aunque hay algunos estudios que señalan que este colectivo supera las 500.000 personas.
La Iglesia católica, a través de la Carta Pastoral 2011, fijó una posición clara sobre el tema. En los artículos 49, 50 y 51 de este documento, califica la propuesta de injusta y errónea, porque el matrimonio es una institución esencialmente heterosexual. Sin embargo, la posición de la jerarquía católica es de no discriminar a las personas con una opción sexual diferente y afirma que su postura es respaldada por la población, además de los pueblos indígenas y originarios.
“Esta es una lucha que durará por lo menos dos años”, advierte Bernabé, que ya piensa en las acciones que hará para hacer viables estos cambios.

Apuntan a seguir tres alternativas
La estrategia que piensan ejecutar las personas con identidad sexual distinta a la heterosexual incluye no solo un plan A para llegar a su objetivo, sino también una opción B y C.
En principio, la comunidad gay, transexual, lesbiana y bisexual agotará todas las opciones de diálogo ante las instancias legislativas nacionales, departamentales y municipales. Ya tiene un proyecto de interpretación de los artículos 63 y 64 de la Constitución Política del Estado que, una vez reformados, pueden hacer viable su pedido.
También han solicitado reuniones y entrevistas con la Asamblea Legislativa Departamental de Santa Cruz y con los concejales cruceños que trabajan en la Carta Orgánica Municipal.
Los activistas del sector esperan ser oídos y, sobre todo, conseguir la inclusión de sus demandas en estas instancias.
Si no lo logran, Julio César y Alan, una pareja homosexual que convive bajo un mismo techo desde hace más de ocho años, pueden convertirse en los protagonistas del plan B.
Esta opción consiste en que ambos, o quizás otros que estén dispuestos a asumir el riesgo de ser el foco mediático, se presenten ante una Oficialía de Registro Civil para solicitar un matrimonio por la vía civil. Si les niegan este pedido, amparados en el artículo 78 del Código de Familia, que indica que un matrimonio queda nulo si no hay diferencia de sexo entre los contrayentes, ellos demandarán su derecho a unirse legalmente ante el Tribunal Constitucional, litigio legal que demorará, pero que en Brasil ya dio resultado.

Detalles de la constitución y la interpretación

Los artículos 63 y 64 de la Constitución

Artículo 63. I. El matrimonio entre una mujer y un hombre se constituye por vínculos jurídicos y se basa en la igualdad de derechos y deberes de los cónyuges.

II. Las uniones libres o de hecho que reúnan condiciones de estabilidad y singularidad, y sean mantenidas entre una mujer y un hombre sin impedimento legal, producirán los mismos efectos que el matrimonio civil, tanto en las relaciones personales y patrimoniales de los convivientes como en lo que respecta a las hijas e hijos adoptados o nacidos de aquellas.

Artículo 64. I. Los cónyuges o convivientes tienen el deber de atender, en igualdad de condiciones y mediante el esfuerzo común, el mantenimiento y responsabilidad del hogar, la educación y formación integral de las hijas e hijos mientras sean menores o tengan alguna discapacidad.

II. El Estado protegerá y asistirá a quienes sean responsables de las familias en el ejercicio de sus funciones.

La interpretación de la comunidad LGBT

Propuesta. La comunidad de Lesbianas, Gais, Bisexuales y Transexuales (LGBT) ha elaborado un proyecto de ley interpretativa en el cual solicita que los artículos 63 y 64 de la Constitución Política del Estado sean analizados bajo una óptica diferente, que les permita a ellos obtener los mismos derechos de las parejas heterosexuales en cuanto a la unión legal.

Interpretación del artículo 63. Señalan que existe una contradicción jurídica con el artículo 14 de la Constitución, donde se establece y garantiza la no discriminación de ningún boliviano. Por lo tanto, amparados en este artículo solicitan autorizar la unión libre o de hecho entre personas del mismo sexo.

Interpretación del artículo 64. Basado en los criterios de no discriminación que tiene la Constitución, piden que las parejas del mismo sexo gocen de la protección del Estado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario