Amparados en postulados de la Constitución Política del Estado (CPE), las comunidades GLBT proponen una norma que es apoyada por activistas y la Defensoría del Pueblo, mientras sectores sociales dividen sus criterios al respecto.
Lo que se busca es el amparo jurídico que todas las personas tienen al contraer matrimonio, a través de la interpretación del artículo 14 de la Constitución Política del Estado (CPE), que señala la prohibición de toda forma de discriminación, y los artículos 63 y 64, que sólo se refieren a las uniones matrimoniales hombre-mujer y que imposibilitan a las personas con una orientación diversa la unión civil como ciudadanos.
El proyecto aclara que el artículo 63 de la CPE no limita el derecho al matrimonio civil y la unión libre a parejas heterosexuales, al mencionar específicamente que ambas figuras se dan entre una mujer y un hombre.
Sin embargo, de los derechos de no discriminación e igualdad y el artículo 14 de la CPE se interpreta que este precepto no limita ni prohíbe de forma específica que estos derechos puedan ser ejercidos por parejas del mismo sexo.
Los proyectistas esperan que una vez que el documento se convierta en ley será el Tribunal Constitucional el que deberá realizar la interpretación para posibilitar los matrimonios.
El director ejecutivo de la Asociación Civil de Desarrollo Social y Promoción Cultural Libertad (Adesproc), Alberto Moscoso, explicó que con la ley tendrán la posibilidad de heredar, acceder a seguros de salud para beneficio de sus cónyuges, suceder los bienes mancomunados que se construyen en la relación de pareja.
Informó que trabajarán para socializar la propuesta en la Asamblea Legislativa y conseguir que se discuta en la próxima legislatura. Junto a este desafío también sensibilizarán a la población sobre el equilibrio jurídico al que todos los ciudadanos tienen derecho.
Según los estudios de las organizaciones de Coalibol LGTB, un 10 por ciento de la población es parte de los grupos de diversidad sexual; incluso hay muchas personas en comunidades indígenas que por discriminación migran a las ciudades para establecer familias entre el mismo sexo, señaló Moscoso.
A su turno, el asesor de la institución de Capacitación y Derechos Ciudadanos (CDC), Martín Vidaurre, explicó que el proyecto es sólo un documento base, porque todavía se debe trabajar en lo que se refiere a adopción, herencia y reformas al Código de Familia.
Para la activista de Derechos Humanos Susana Mitre, el matrimonio entre personas del mismo sexo es un derecho humano, y en Bolivia, como país laico, se espera que la población entienda los derechos de todos los seres humanos, sin visiones religiosas. “Estas poblaciones con distintas opciones sexuales ganaron muchos derechos, principalmente en países y estados federados que se declararon laicos, un punto en favor de esta población”.
En otro espacio, la Defensoría del Pueblo considera que es importante el reconocimiento y respeto a los derechos humanos de las poblaciones GLBT, que son altamente vulnerables. Esta entidad llama a un proceso educativo de sensibilización desde la familia, la sociedad y el mismo Estado. También convocó a que en un futuro próximo Bolivia asuma la presencia a plenitud de las personas con distinta orientación sexual, con derechos y obligaciones que corresponden. La Defensoría respalda la propuesta y motiva su socialización.
opiniones ciudadanas
Nombre: Patricio Mamani
Edad: 28
“Creo que no es válido, porque Dios nos dio un hombre y una mujer para ser pareja, y en este sentido tenemos que seguir esa religión, pero respeto la forma de pensar de cada persona, porque estamos en un país libre”.
Nombre: Ivón Rocabado
Edad: 20
“Me parece una iniciativa buena, sabemos que ya existe en otros países, pero no entiendo cómo podrían adoptar y educar a un niño, porque todos tenemos un padre que es hombre y una madre que es mujer”
Nombre: Claudina Soria
Edad: 68
“Yo no conozco de estos temas, pero no es de buen gusto para mí saber que las personas se casen entre hombres o entre mujeres. Pueden tener los mismos derechos, pero no es lo mismo, nuestras costumbres son otras”.
Nombre: Cleto Cuareta
Edad: 75
“Para mí es algo ridículo que piensen así, veremos cómo lo resuelven, todavía no puedo imaginarme que dos hombres se casen. Dicen que en otros países ya se realiza, pero no estoy de acuerdo, porque Dios nos da otras enseñanzas”.
Iglesia Católica rechaza los matrimonios gay
La Iglesia Católica sólo celebra matrimonios entre un hombre y una mujer, aseguró el padre Tomás Cornejo, de la Parroquia Sagrado Corazón de Jesús de Villa Dolores, El Alto.
El párroco señaló que no tiene conocimiento del proyecto de unión entre personas del mismo sexo, pero en principio no está de acuerdo.
Explicó que en el matrimonio que celebra la Iglesia Católica existe un consentimiento, “el hombre recibe a la mujer como su esposa y la mujer al hombre como su esposo, entonces me pregunto cómo se vería esto entre personas del mismo sexo”.
Manifestó que la Iglesia Católica no podría celebrar este tipo de uniones porque no está dentro de las concepciones de la familia religiosa.
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