jueves, 17 de mayo de 2012

4 transexuales lograron cambiar de identidad en sus documentos

“¡Se hizo justicia! Ahora soy una mujer desde todo punto de vista; para mí es un comienzo nuevo, volví a nacer pero esta vez como lo que siempre debí haber sido: una mujer”, dice Lucía Antonella Navía Canaza, quien hasta hace un año se llamaba Wilfredo.

A través de un testimonio que aparece en el portal S ol y Luna, Antonella cuenta el vía crucis que sufrió para que sus documentos personales reflejen su cambio de sexo físico. Antes era hombre, ahora es mujer.

“Primero me acepté como gay, gané eventos de belleza, fui Miss La Paz y Miss Bolivia Travesti, por falta de información me consideraba así. También estudié y me gradué como médico cirujano, como diseñadora de modas y técnico en veterinaria”, cuenta Antonella.

Recuerda que tras egresar de medicina, no pudo obtener un empleo durante dos años porque en sus documentos personales aparecía con un nombre masculino y su apariencia era femenina. “Me humillaron y me discriminaron”, escribe en la nota.

Las difíciles experiencias por las que pasó y la necesidad de trabajar apresuraron su decisión: cambio de nombre.

No obstante de que en Bolivia no hay una norma específica referida al tema, acudió a un abogado para que la asesore.

La primera demanda presentada ante un juez fue rechazada; pero la segunda fue aceptada, aunque el trámite duró nueve meses y fue muy engorroso. “No necesitaba más pruebas (...), gané el juicio, la jueza que llevó mi caso autorizaba y ordenaba a Registro Civil y al Servicio de Identificación Nacional a que realice mi cambio de nombre y mención de sexo de masculino a femenino en mi certificado de nacimiento y todos los documentos que así lo ameriten”, cuenta orgullosa.

Como ella, otros tres transexuales (personas que se reconocen de un sexo diferente al que biológicamente tienen) lograron la reasignación de nombre en el país en los últimos seis años, según el director de la Asociación Civil de Desarrollo Social y Promoción Cultural Libertad, Alberto Moscoso. Añadió que una veintena realiza la misma gestión.

“Pese a la Ley de Lucha contra el Racismo, aún existe discriminación a este sector”, dice Moscoso.

Sin embargo, reconoció que en la última década hubo avances respecto a la tolerancia que la sociedad expresa hacia la comunidad GLBT (Gays, Lesbianas, Bisexuales y Transexuales).

“Ahora en las familias y en las universidades se habla con normalidad del grupo GLBT; sin embargo, es difícil aceptar que un miembro de la familia sea gay”, lamentó.

Hoy, cuando se celebra el Día de la Lucha Contra la Homofobia y Transfobia en Bolivia, Moscoso recordó la importancia que tiene para este colectivo lograr normas a favor de la reasignación de identidad y del matrimonio entre personas del mismo sexo.

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