miércoles, 16 de mayo de 2012

Bolivia Erika Claure, Convergencia Nacional, es la segunda mujer al mando en la Cámara de Diputados, y proyectista de una Ley que plantea legalizar la unión de parejas del mismo sexo.

De ojos claros y cabellos rubios, la diputada de Convergencia Nacional (CN), Erika Claure, rompe el mito de su partido, clasificado por algunos como conservador, y pone el balón de juego en el campo contrario. Con la propuesta de Ley de "Unión de Convivencia entre parejas del mismo sexo", recuerda la promesa de participación de grupos históricamente marginados que guiaron en su ascenso al poder al actual partido de Gobierno (MAS), y terminaron plasmados en la Constitución Política del Estado aprobada en 2009.

¿Por qué hablar de “convivencia” en vez de matrimonio?
El matrimonio se encuentra regulado y normado. Sin embargo, la convivencia es uno de los elementos, además de la estabilidad y singularidad que configuran la unión de hecho en las parejas del mismo sexo el cual se pretende regular.

¿Qué significa y cuáles serían los beneficios?
Tras formalizarse mediante una notaría pública la pareja tendría derecho a un régimen patrimonial, seguridad social, sucesiones, prestar consentimiento sobre decisiones en temas de salud, entre otros.

¿Qué principios constitucionales lo viabilizan?
La CPE, en el artículo 14, “prohíbe y sanciona" toda forma de discriminación fundada en razón de sexo, color, edad, orientación sexual, identidad de género origen, cultura, nacionalidad, ciudadanía, idioma, credo religioso, ideología, filiación política o filosófica y otras.

¿Cómo surge en usted la idea de proponer esta norma?
Viendo el peregrinar de sectores TLGB ante distintas instancias y el rechazo, indiferencia y falta de atención, es que consideramos conveniente presentar este proyecto. Porque si bien es una realidad existente, los falsos prejuicios morales y el temor a las críticas hicieron de que vaya guardándose por años. Consideramos que la coyuntura actual pregona el respeto a los derechos humanos, reconociendo en la Constitución Política del Estado la no discriminación en razón de la orientación sexual, por lo tanto, es el momento adecuado para presentar esta propuesta.

¿Qué responde a sectores religiosos o conservadores?
En las declaraciones formales se menciona el casamiento pero no la unión. En el pronunciamiento realizado por el arzobispo de Cochabamba, por ejemplo, asegura “que no se puede comparar el matrimonio con las uniones civiles. El Gobierno debe regularizar estos hechos, que se dan en la sociedad por motivos jurídicos y sociales, no debiéndose confundir con el matrimonio".

¿Qué sucede si no se aprueba?
Ya que el Gobierno actual pregona y reconoce la libertad de orientación sexual en la Constitución Política del Estado, gracias al apoyo que se obtuvo en las elecciones de aquellos sectores que históricamente fueron discriminados, contando con la mayoría parlamentaria, mostraría una contradicción al discurso inclusivo y no discriminatorio. Pondría en duda el discurso político, quedando como antecedente el rechazo y la negativa a toda la población con diferente orientación sexual.

El invitado

Se perdería el respeto por la mujer

Ana María Zankys
Pastpresidente Damas Cívicas

No estoy a favor de legalizar la convivencia entre personas del mismo sexo. Considero que estas preferencias son meras deformaciones que reflejan la decadencia de ciertos valores en la sociedad. Que pueden ocasionar, además, traumas y desviaciones en la juventud. No me opongo a que cada persona pueda tener una preferencia sexual determinada, ni es mi intención interferir en el estilo de vida de muchas personas, pero debemos recordar que el matrimonio se constituye en el seno de la sociedad y es de donde se aprenden los valores que se necesitan para vivir en armonía. No olvidemos que todos nacimos en el seno de una familia, y de una mujer.

No se necesita una Ley para que estas personas puedan tener un patrimonio. Basta con que cada uno adquiera individualmente sus bienes y los legalice por cuenta propia..
Si bien en algunos países se han venido aprobando este tipo de medidas, muchas veces surgen por presión hacia sus gobernantes que buscan evitar conflictos sociales. Pero esto no significa que esté bien. Mientras más importancia, y cobertura se va dando a este tipo de temas, se comienza a colocar en agenda y cobra más fuerza. En la medida que se les dé cabida y avanza el movimiento se va perdiendo el respeto a la mujer y hacia la vida.

Las autoridades deberían involucrarse con temas que son prioritarios y aún no encuentran respuesta como las drogas, inseguridad o la falta de empleos. Se deben encarar de una vez políticas de desarrollo para recuperar "el buen vivir". Darle a las personas más salud, trabajo, y por sobre todo educación.

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