lunes, 25 de julio de 2016

200 lesbianas salen del clóset y hay 10 familias conocidas en la Llajta

A Mónica C. nunca le llamaron la atención los hombres. Ella prefería estar con sus compañeras de curso porque disfrutaba más de su compañía. Sin embargo, y pese a que antes de salir bachiller ya había definido su orientación sexual, nunca se dio a conocer como tal sino hace dos años, cuando conoció a otras mujeres lesbianas.

Decidió salir del clóset, como se dice cuando una persona declara en forma voluntaria y pública su homosexualidad, porque se sentía “asfixiada” y no quería ocultarse más de sus familiares.

Pero la decisión que asumió Mónica no es un hecho aislado. En los últimos nueve años, decenas de mujeres lesbianas y bisexuales tomaron la “decisión” de mostrarse ante la sociedad, afirma el presidente del Comité de Diversidades Sexuales y Género de Cochabamba, Mauricio Fuentes Escobar.

Si bien no existen estadísticas para saber con exactitud cuántas son en Cochabamba y Bolivia, la Red de Lesbianas y Bisexuales (Red LB) calcula que una de cada 10 mujeres tiene esta orientación sexual.

La vicepresidenta de la Red LB Bolivia, Karina Quiñones, afirma que en Cochabamba hay al menos unas 200 mujeres lesbianas y bisexuales que son visibles.

FAMILIAS

Las mujeres que salen del clóset no se conforman con declarar públicamente su orientación sexual, sino que se muestran con sus parejas en la marcha de las diversidades sexuales que se realiza en el país desde el año 2007.

Las mujeres lesbianas y bisexuales que salieron del clóset han conformado familias con hijos, algunos adoptados y otros concebidos mediante la inseminación artificial.

Fuentes puntualiza que en Cochabamba hay por lo menos 10 familias conocidas, conformadas por lesbianas y que tienen niños, pero muchas otras que todavía se mantienen en el clóset, encerradas, por temor a la discriminación que pueden sufrir ellas y sus hijos.

Natalie Velasco Baldomar, de 20 años, y Erika, de 22, forman una de esas familias. Se conocieron en abril pasado y después de decidir vivir juntas, una de ellas se sometió a una inseminación artificial. Lleva un embarazo de cuatro semanas.

En otro caso, Luisa y Martha (nombres cambiados) viven juntas desde hace un lustro y tienen una hija de dos años que fue fruto de una inseminación artificial.

Ambas mujeres tienen 35 años y trabajan en la venta de ropa que traen desde Chile. Luisa es oriunda de Cochabamba, mientras que Martha nació en Chuquisaca.

Por el momento, la pareja prefiere no darse a conocer públicamente por temor al rechazo de la gente, especialmente en lo que concierne a su niña.

Fuentes sostiene que algunas lesbianas que se dieron a conocer públicamente fueron discriminadas en el trabajo. Sus empleadores buscaron excusas, tales como un mal desempeño o demoras en la hora de ingreso, para despedirlas sin derecho a nada.

Este extremo es confirmado por Marlene Cassis Calderón, exrepresentante de la Red LB de Cochabamba, quien denuncia que en las empresas privadas existe todavía cierta discriminación encubierta.

Apunta que algunas de sus compañeras de la Red LB sufrieron acoso laboral hasta que se vieron obligadas a renunciar, solamente porque sus jefes se enteraron de que eran lesbianas.

MÁS MUJERES

El número de mujeres lesbianas y bisexuales que sale del clóset y que participa en la marcha de las diversidades sexuales y de género, que se realiza el 28 de junio, aumenta cada año, confirma Cassis, de 34 años, quien forma parte de la Red LB.

Salió del clóset hace una década, más o menos, cuando tenía 24 años. Por este motivo, a ella no le molesta dar a conocer su nombre o que se publique su fotografía.

Rememora que las lesbianas de Cochabamba empezaron a salir del clóset hace casi una década.

Para reforzar su tesis, puntualiza que en la marcha de 2007 solo una decena de mujeres lesbianas participó, medio escondidas. En cambio, en la última edición, desarrollada el 25 de junio pasado, ingresaron más de medio centenar y otras más como espectadoras.

Cassis concluye que en los últimos nueve años hubo avances importantes en el respeto de los derechos de las lesbianas y bisexuales, motivo por el que muchas de sus compañeras se animan a salir del clóset, con sus parejas, en diferentes espacios.

Añade que si bien los prejuicios contra esta población siguen vigentes, en una sociedad machista y patriarcal, la discriminación ha disminuido.

“Por eso ahora se ve mucho más que antes a parejas de chicas, en la calle, tomándose de la mano y dándose un beso, situaciones que no se observaban hace algunos años”.

Fuentes confirma que en la marcha de las diversidades sexuales e identidad de género, que se realizó en Cochabamba el 25 de junio, se pudo ver que había más mujeres lesbianas, porque se animaron a salir del clóset, debido a que hay leyes que las protegen, como la 045, contra el Racismo y toda forma de Discriminación y la Constitución Política del Estado, en su artículo 14, parágrafo segundo.

Considera que la mentalidad de la gente está cambiando. En la última marcha se notó una gran apertura, si se toma en cuenta la primera que se realizó, en 2007, en Cochabamba. En esa oportunidad -recuerda- muchos de los participantes sufrieron agresiones físicas y verbales, les arrojaron con tomates y les insultaron.

En la marcha de 2016 se amplió el recorrido, desde las avenidas Heroínas y San Martín hasta la plaza de las Banderas. Antes era solamente desde la plazuela Colón. “Y la gente ya espera incluso mucho antes de que los participantes lleguen”.

En total, según el activista, entre participantes y espectadores había unas 5.000 personas.

Este cambio -añade- se debe a que la Red LB y el Comité de Diversidades Sexuales y Género trabajan con talleres de sensibilización, de información, no solo de persona a persona, sino también mediante las redes sociales y medios de comunicación.

Fuentes considera que la gente es homofóbica porque teme a lo que no conoce. Pero ahora, con las nuevas leyes, estas personas están empezando a abrir su mente, aceptar y respetar a las diversidades sexuales “porque no somos enfermos, somos iguales a todos”.

Lo que piden es respeto. Por este motivo, este año el tema de la marcha fue “amor y respeto, base de los derechos humanos”.

PREJUICIOS

Cuando Marlene estudiaba Psicología en la Universidad Mayor de San Simón, varias de sus compañeras dejaron de hablarle, sin explicación alguna cuando se enteraron de que era lesbiana.

En algunas familias -afirma- ocurre lo mismo, cuando las jóvenes deciden mostrar abiertamente su identidad sexual o salen con sus parejas mujeres. Encuentran rechazo o exclusión de parte de sus padres o hermanos e incluso sufren agresiones.

En su caso, por la misma formación de su padre, fue complicado en un principio. Sus familiares no recibieron la noticia de buena manera, sus hermanos tampoco, pero con el tiempo lo asimilaron y hasta el año pasado, que tenía pareja, la respetaban y la querían como parte de la familia, “pero eso fue parte de un proceso, no se consiguió de la noche a la mañana”.

Con su pareja habían planificado concebir un hijo mediante inseminación artificial. Ella quiere tener hijos y ser madre.

En caso de que no pudiese acceder a la inseminación artificial, por su elevado costo, ella piensa en la adopción.

CENSO

El pedido de la Red LB y del Comité de Diversidades Sexuales y Género de Cochabamba es que las autoridades nacionales y departamentales realicen una encuesta para saber cuál es el universo de las poblaciones LGBT (lesbianas, gays, bisexuales y transexuales).

El presidente del Comité, Mauricio Fuentes Escobar, afirma que el Gobierno nacional debería encargarse de hacer un estudio para saber cuántas personas hay en Cochabamba y Bolivia que forman parte de la población LGBT.

Estos datos permitirán, según Fuentes, conocer la situación de esta población para implementar políticas públicas en salud, educación y vivienda.

“Estamos pidiendo al alcalde de Cochabamba, José María Leyes, que realice un estudio para saber cuántos somos, en qué trabajamos, si tenemos vivienda y cuál es nuestra situación”, afirma Fuentes.

También convocan al gobernador Iván Canelas para que desde esa instancia se pueda generar políticas públicas en beneficio de estas poblaciones.

SUS DERECHOS

Las lesbianas y bisexuales aseguran que tienen el derecho de formar una familia y gozar de los mismos derechos y obligaciones que los otros sectores de la población.

En los últimos años, la Red LB de Cochabamba y de Bolivia trabajan para lograr la igualdad de sus derechos.

Estas poblaciones piden que se les reconozca el derecho a la salud, a la sucesión de bienes, a la educación y a vivir en familia, sin sufrir discriminación.

Estos derechos estarán garantizados cuando las parejas del mismo sexo puedan conformar, en forma legal, familias.

Respecto a la Ley de Identidad de Género, aprobada el 21 de mayo de 2016, Fuentes apunta que esta normativa favorece a las personas transexuales y transgénero para el cambio de su identidad en sus documentos “lo cual les permitirá tener un trabajo digno y acceso a otros beneficios, pero no se toca el tema de la familia”.

Esta ley -añade- ha sido elaborada con el fin de proporcionar un mejor estilo de vida a las poblaciones LGBT.

Concluye que actualmente muchas personas de esta población no obtienen trabajo porque en su carnet están con su identidad de hombres, pero se ven como mujeres.

La violencia, un mito

* El mayor grado de violencia que se les atribuye a las parejas de lesbianas, gays, bisexuales o transexuales no pasa de ser un mito, afirman personas de estos colectivos.

* La vicepresidente de la Red LB Bolivia, Karina Quiñones, afirma que la gente cree, en forma equivocada, que en estas parejas hay mayor violencia y promiscuidad. Considera que todos son iguales y el ser o no violento depende de como una persona se ha educado en su hogar, más allá de su orientación sexual.

* Marlene Cassis reconoce que en las parejas del mismo sexo hay violencia y lucha por el poder, pero es como en cualquier otra relación de heterosexuales. Las agresiones pueden generarse por los celos.

Empoderamiento

* Las mujeres lesbianas y bisexuales se animan a salir del clóset porque se empoderan de sus derechos, es decir, están conscientes de que merecen el respeto de toda la sociedad, así como los otros sectores.

* Karina Quiñones, vicepresidente de la Red LB Bolivia, destaca que las mujeres lesbianas y bisexuales se han organizado en el ámbito nacional y departamental con el objetivo de defender y promover sus derechos como población.

* Sin embargo -señala Quiñones- en la sociedad actual se mantiene la discriminación por el hecho de ser mujer y, más aún, por ser lesbiana o bisexual. “Vivimos en un país que aún es machista, que sigue siendo patriarcalista y la mujer no tiene voz ni voto”.

Las leyes

* El artículo 14 de la Constitución Política del Estado, en su parágrafo II, señala que el Estado prohíbe y sanciona toda forma de discriminación fundada en razón de sexo, color, edad, orientación sexual, identidad de género (...).

* La Ley 045, contra el Racismo y toda forma de Discriminación, en su artículo primero, indica que la presente norma tiene por objetivos eliminar conductas de racismo y toda forma de discriminación y consolidar políticas públicas de protección y prevención de delitos de racismo y toda forma de discriminación.

Esta ley define como “discriminación” a toda forma de distinción, exclusión, restricción o preferencia fundada en razón de sexo, color, edad, orientación sexual e identidad de géneros (...).

Leyes permiten el respeto de los derechos de esta población

Carlos Herbas

Defensoría del Pueblo

La Constitución Política del Estado, promulgada en 2009, prohíbe toda forma de discriminación en razón de género, orientación sexual u otra índole. Esta ley representa un importante avance para el respeto de los derechos humanos de las poblaciones LGBT.

A partir de la Constitución Política se han generado otras leyes, por ejemplo la 045, contra el Racismo y toda forma de Discriminación. La última, la Ley de Identidad de Género.

Considero que la aprobación de este cúmulo de leyes constituye un avance en materia de protección de los derechos humanos de todas las personas.

En el tema específico, las poblaciones más vulnerables son del colectivo LGBT, que aglutina a las personas con orientaciones sexuales diferentes. Considero, además, que el avance normativo debe ir acompañado con un trabajo en la sociedad, en las familias y en las unidades educativas. Tiene que ser una construcción de toda la sociedad para eliminar toda forma de discriminación.

Como institución, además de articular a estas poblaciones, participamos de la marcha de las diversidades sexuales y organizamos talleres y conversatorios, involucrando a instituciones que trabajan en estas temáticas, el Servicio General de Identificación Personal y el Servicio de Registro Cívico.


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