lunes, 25 de julio de 2016

Se conocieron hace tres meses y ahora esperan su primer hijo

Natalie Velasco Baldomar no oculta su satisfacción. Lleva un embarazo de cuatro semanas y asegura que espera con ansias el nacimiento de su primer hijo.

Esta joven cruceña de 20 años y su pareja, Erika (nombre cambiado), de 22, se conocieron a principios de abril pasado, mediante Facebook. Se enamoraron casi de inmediato y un mes después decidieron vivir juntas y tener un retoño.

Natalie confiesa que su sueño era formar un hogar y ser madre, porque nunca tuvo una familia estable. Se lo hizo conocer a su pareja y ella aceptó con el mayor agrado.

Llegaron hasta una clínica de Cochabamba que se especializa en reproducción asistida. Erika dio uno de sus óvulos y después de un tratamiento de fertilización in vitro, el médico lo implantó en el útero de Natalie. La joven quedó embarazada.

Este tratamiento les costó aproximadamente 5.500 dólares, dinero que salió de los ahorros de una de ellas.

La emoción de la pareja es tan grande que ellas ya compraron ropa para su bebé e incluso pensaron en algunos nombres. Erika quiere que su primer hijo se llame David Joan, Marvin o Andrés.

En un futuro cercano piensan tener una hija. En este caso, Natalie será la que facilite su óvulo y Erika llevará en su vientre a la criatura.

AMOR A PRIMERA VISTA

Natalie vivía en Santa Cruz. En esta ciudad había ganado el concurso de Miss Les (Lesbiana) y debía ir a Cochabamba para el certamen nacional.

Poco antes de su viaje conoció a su actual pareja mediante el Facebook, a quien le comentó que iría a Cochabamba y se hicieron amigas.

Cuando Natalie llegó a Cochabamba el 9 de abril, para ser parte del evento, se encontró con Erika.

“Es como si nos hubiésemos conocido desde hace mucho tiempo. Había una conexión linda entre nosotras. Empezamos a salir”, rememora.

Al día siguiente se arreglaron. Las dos coinciden al afirmar que fue un amor a primera vista.

Natalie suspira. Confiesa que ambas decidieron vivir juntas después de haber enamorado un mes, tras muchas idas y venidas y largas conversaciones que se prolongaban hasta la madrugada.

Natalie se enamoró de Erika porque ella es muy cariñosa, atenta y siempre está a su lado, apoyándola en los buenos y malos momentos.

Erika, por su parte, no ahorra los elogios para Natalie y afirma que le gusta todo de ella, especialmente sus ojos claros, su forma de ser y su personalidad.

“Por fuera es linda y por dentro aún más”, refuerza.

Erika considera que su pareja es una persona emprendedora, que ayuda a las personas de su entorno y resuelve los problemas con inteligencia.

COCINAN JUNTAS

Su vida en pareja es como la de cualquier otro matrimonio heterosexual. Ríen, cocinan juntas, les gusta ver películas, jugar play station y salir a caminar para conocer las provincias, pero todavía no lo hacen tomadas de las manos y no se animan a darse un beso en público porque una de ellas sigue en el clóset.

En su defensa, Erika afirma que se dará a conocer en forma pública, en su momento, y para ello prepara una estrategia.

“Las dos somos mujeres, nos llevamos bien. Somos como mejores amigas, pero nos conocemos mejor, de forma más íntima”, afirma Natalie.

“Pero es mi chica”, interrumpe Erika y ambas ríen al mismo tiempo.

¿Hay peleas? Sí -afirma Natalie. Explica que tienen diferencias como en cualquier pareja heterosexual, pero lo resuelven siempre con diálogo, sin que las discusiones lleguen a ser muy fuertes.

Uno de los motivos más frecuentes de conflicto es por la limpieza. Natalie señala que su pareja reniega porque el cuarto está desordenado. Asimismo dice que hay celos en la pareja, pero no son enfermizos como ocurre en otras relaciones, porque ellas están en contra de la violencia. “Sí podemos discutir, pero sin gritar ni arrojar cosas”.

Ellas consideran incluso que se sienten capacitadas para dar terapia a las parejas heterosexuales que atraviesan por algún problema conyugal.

AL PSICOLÓGO

Natalie salió del clóset cuando tenía 13 años. Le confió a su tía que sentía atracción por las mujeres y ésta la llevó inmediatamente al psicólogo porque consideraba que eso no era normal y que las niñas debían estar con los niños.

“Pero eso no se quita con psicólogo porque no es una enfermedad”, afirma.

Los familiares de Natalie conocen su orientación sexual y lo van aceptando poco a poco.

Erika, por su parte, no se anima aún a salir del clóset. Esta joven de 22 años nació en Punata y actualmente trabaja en una institución pública de Cochabamba. Es abogada de profesión.

Manifiesta que para ella es más complicado salir del clóset debido a que su familia no acepta su orientación sexual y porque ocupa un cargo en la función pública. Siente temor por la reacción de su entorno en el trabajo.

Descubrió que se sentía atraída por las mujeres cuando aún estudiaba en la secundaria. Pese a la discriminación que sufrió, considera que una persona puede querer a otra de su mismo sexo y eso no debería ser mal visto porque “Dios ama a todos por igual”.

A los que sí se debe castigar- afirma- es a personas que violan, roban o asesinan.

ENOJO

Rabia e indignación sintió Natalie cuando en Santa Cruz se realizó la marcha por la denominada familia natural, el pasado 22 de junio, tras la aprobación de la Ley de Identidad de Género. Considera que quienes se movilizaron en esa oportunidad están equivocados porque la unión entre un hombre y una mujer no es la única alternativa. Ella está convencida de que dos mujeres o dos hombres tienen el derecho de formar una familia en hijos, con las mismas obligaciones y derechos.

SE CASARÁN

Natalie y Erika esperan que el proyecto de ley Acuerdo de Vida en Familia se apruebe y entre en vigencia lo más pronto posible, para que se puedan casar y legalizar su unión.

Recuerdan que esta ley permitirá a las personas del mismo sexo gozar de los derechos que tienen las parejas heterosexuales, es decir, beneficiar a su pareja con seguro de salud y la sucesión de bienes, entre algunos.

“Si se aprueba este Acuerdo de Vida en Familia, nos casamos”, se apresura a decir Natalie y recibe el apoyo de su pareja. “Ya me pidió matrimonio”, agrega.




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