domingo, 28 de junio de 2015

Transexuales, la deuda del Ejército de Estados Unidos

Dos días antes de que el Supremo legalizase el matrimonio homosexual en todo el país, Estados Unidos vivía otra fecha histórica: un transexual participaba por primera vez en la recepción anual del mes del Orgullo LGTB en la Casa Blanca, representando con su uniforme a 15.500 soldados silenciados.
Logan Ireland, del Ejército del Aire, empezó su transición a hombre en 2012 y atendió al acto excepcionalmente vestido con el atuendo militar junto con su prometida, Laila Villanueva, quien acudió de civil.
Ella, como la gran mayoría de transexuales en el Ejército estadounidense, no tiene el apoyo de su unidad que le permita hablar abiertamente del sexo con el que se identifica. Las regulaciones del Pentágono prohíben que las personas que están o pasaron por una transición de género formen parte del servicio militar estadounidense, una norma basada en prescripciones médicas de hace más de 50 años y que ahora los activistas por la libertad del colectivo LGTB quieren cambiar. "En ésa época, los transexuales eran vistos como enfermos mentales y con una moralidad deficiente, igual que los homosexuales. Mucho ha cambiado desde entonces”, explicó Allyson Robinson, una veterana transexual y activista, pocas semanas después de que Caitlyn Jenner sorprendiera al mundo con su nueva identidad.
Robinson se graduó como hombre en 1994 en la academia militar de West Point, al norte de Nueva York, y no fue hasta tiempo después cuando reveló a sus compañeros cadetes, entre los que se encontraba su propia esposa, que se identificaba con un sexo diferente al que había nacido. "Sabía que hacerlo era perder mi carrera, no sólo la oportunidad de servir, sino también perder mi modo de vida y el sustento de mi familia”, dijo.
"Yo sentía -subrayó- que tenía que mentir cada día por el privilegio de poner mi vida en el frente para mi país”.
"No preguntes...”
El Ejército de EEUU revocó en julio de 2011 la famosa política "Don’t Ask, Don’t Tell” que impedía alistarse a quien se declarase como homosexual, pero se olvidaba de la transexualidad, considerada dentro de las "exclusiones psicosexuales”.
Los individuos transexuales en el Ejército, por lo tanto, son todavía expulsados a las pocas semanas de que se conozca su condición, y tampoco pueden gozar de los servicios médicos necesarios para esta comunidad, ya sea cirugía, tratamientos hormonales o atención psicológica.
"Es casi inimaginable que pidamos a la gente que aplace el cuidado médico necesario por continuar vistiendo el uniforme”, criticó Robinson.

En una conferencia de prensa Sarah Kate Ellis, presidenta de GLAAD, la organización que ayuda a dar visibilidad a los derechos LGTB, destacó la importancia de "contar historias para concienciar a la población sobre lo que está pasando”. (EFE)

Mundo transexual
Evidencia La gente transexual tiene cinco veces más posibilidades de acabar en el desempleo que el resto. Por esta razón, los transexuales suelen enrolarse en el Ejército más a menudo que el resto de la población, dado que ofrece oportunidades laborales y beneficios médicos y de vivienda con más frecuencia, tal y como refleja la Universidad de California Los Ángeles (UCLA).
Comunicado La Asociación Médica emitió un comunicado declarando que no hay una razón médica para excluir a las personas transgénero.

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