domingo, 19 de junio de 2016

La masacre de Orlando estaba “servida”

HOMOFOBIA | PARA MUCHOS FUE UN ATENTADO TERRORISTA, PERO NO ES CASUALIDAD QUE SE HAYA REALIZADO EN UN CLUB GAY.

El asesino que irrumpió en la discoteca Pulse, en Orlando, Florida, y comenzó a disparar a mansalva, tenía una historia de homofobia, violencia y constante ira que, aunque luego de la masacre el Ejército Islámico (EI) quiso aprovechar como si fuera un ataque de terrorismo, los que conocieron al asesino aseguran que la religión tuvo poco o nada que ver en su decisión de acudir precisamente al bar gay más famoso de la zona, donde cientos de parejas, hombres y mujeres, disfrutaban de la Noche Latina.

Omar Mateen, de nacionalidad estadounidense, siempre estaba enojado, golpeaba a su mujer con la que tuvo un hijo y quien lo abandonó con la ayuda de sus padres que la rescataron de su casa, y reaccionaba con asco a cualquier manifestación de amor homosexual que viera en la calle.

Su padre cuenta que una vez vio a una pareja de hombres besándose en la calle, y Omar quiso agredirlos. Sin embargo, aunque el padre del joven asesino diga que solo fue un acto homofóbico, él está precisamente en la mira por tener un programa que se transmite por Internet donde alaba a los Hermanos Talibanes. Seddique tiene una página de Facebook llamada "Gobierno Provincial de Afganistán", en la que se refiere en algunas secciones al Talibán como "nuestros hermanos".

No es entonces gratis, que su hijo haya estado dos veces en la mira del FBI por su relación con el EI, y aunque fue interrogado y dejado en libertad lo que es considerado un error imperdonable por parte de la fuerza policial de élite, y aunque el propio Presidente Barak Obama asegure que aún no hay pruebas contundentes de que el ataque haya sido con objetivos terroristas, y la mayoría se inclina a que fue un acto homofóbico, lo cierto es que tampoco se puede desdeñar que tanto padre como hijo hayan estado tan vinculados, y el padre aún lo esté, con los Hermanos Talibanes. Y tampoco es casual que hace no mucho, en su cuenta de Facebook, Seddique haya publicado que "Dios castigará a los implicados en la homosexualidad" porque es un tema que "no corresponde a los humanos". Una ideología de homofobia, violencia y extremismo político como herencia de quien, hasta el cierre, había segado la vida de 50 personas y herido a otras 53.



ARMAS: FÁCILES, PRONTAS

Aunque Omar Mateen tenía un historial conocido de violencia, y estaba de alguna forma relacionado con el grupo terrorista más encarnizado contra la cultura occidental, eso no hizo que dejara de tener permiso para portar armas. ¿Y cómo con esos antecedentes pudo haber comprado armas por la vía legal, incluido posiblemente el fusil AR-15 que utilizaría después en el ataque que es además el arma utilizada en alguna de las matanzas colectivas más mortíferas en Estados Unidos?

"(Mateen) había estado en el radar del FBI", reconoció a la prensa Ronald Hopper, agente especial del Buró Federal de Investigaciones, el mismo día del incidente. Pero este estadounidense de 29 años y de padres afganos no sólo había estado en la mira de la oficina de investigación criminal del Departamento de Justicia de EE.UU., sino que llegó a ser investigado a fondo. "El FBI supo en principio de Mateen en 2013, cuando hizo comentarios provocadores a colegas alegando presuntos vínculos terroristas", dijo Hopper a los reporteros. "La oficina investigó el asunto con cuidado, llevó a cabo entrevistas con testigos, lo vigiló y revisó su historial criminal", explicó el agente. A lo que añadió que durante la investigación Mateen fue interrogado dos veces, pero que no se le pudo comprobar nada.

Las autoridades dicen que no hay una evidencia concreta de que Omar haya actuado bajo la dirección de una red más grande, y que parecía estar “inspirado” por posturas extremistas en internet. El director del FBI ha dicho que durante las tres llamadas que Mateen realizó desde la discoteca este expresó su apoyo tanto al autodenominado Estado Islámico como a su rival en Siria, el Frente Al Nusra. Además, manifestó su solidaridad con los atacantes del maratón de Bostón, quienes no tenían vínculos con EI.

Sin embargo, no solo esas sospechas de terrorismo deberían haber alertado al organismo de inteligencia, sino que a ellas se suma un serio historial de violencia doméstica.

Sitora Yusufiy, su exesposa, dijo a la prensa que Mateen la golpeó en varias ocasiones durante su matrimonio, entre abril de 2009 y 2011, y que era un hombre "emocionalmente inestable". "Era un enfermo mental. Esa es la única explicación que puedo dar y estaba evidente perturbado", dijo, además de relatar que fue "literalmente rescatada" de la casa que compartía con él.

A pesar de ese perfil presuntamente violento, Mateen trabajaba paradójicamente en seguridad. En concreto, era desde 2007 empleado de la empresa G4S, una multinacional que provee de sus servicios a más de 20 centros de detención juvenil en Florida. "Estaba desquiciado y era inestable", le dijo al diario local Florida Today, uno de sus compañeros de trabajo. "Hablaba de matar a gente".

Tras el ataque, la empresa se mostró "profundamente conmocionada por la tragedia" y justificó la contratación de Mateen a través de un comunicado. "Confirmamos que Omar Mateen había sido empleado de G4S desde el 10 de septiembre de 2007, pero no estaba de servicio en el momento del incidente", reza el texto. "Mateen fue sometido a una investigación antes de ser contratado en 2007 y sus antecedentes fueron verificados, pero la indagación no reveló nada de lo que preocuparse", sigue. Y Mateen siguió poseyendo un permiso para portar armas.

Su licencia, la D2723758, no expiraría hasta el 14 de septiembre de 2017, tal como se puede consultar en la página del Departamento de Agricultura y Servicios del Consumidor de Florida, el estado con el mayor porcentaje de civiles armados de todo EE.UU.

Según los últimos datos de Gunpolicy.org, una página web especializada en el tema, en el 51,2% de los hogares de Florida hay al menos un arma de fuego.

Solo el año pasado vendió armas a 885.000 particulares, según informó el gobierno estatal; a 109.000 más que el año anterior. El derecho a portar armas lo otorga la Segunda Enmienda de la Constitución de ese país, aprobada el 15 de diciembre de 1791.

Como consecuencia, GunPolicy.org y otras organizaciones que informan sobre armas de fuego y las políticas relacionadas con ellas estiman que en ese país de más de 316 millones de personas hay hasta 270 millones de armas en manos de civiles. El Acta Nacional de Armas regula esa tenencia. Pero además de esta ley federal, cada uno de los 50 estados tiene su propia legislación sobre la venta, compra, portación y uso de armas. Así, aunque los civiles del estado no tienen permitido tener metralletas, a menos que sean fabricadas antes del 19 de mayo de 1986, y salvo excepciones no pueden poseer armas automáticas de asalto, sí pueden comprar armas semiautomáticas sin licencia. De la misma forma pueden adquirir y portar revólveres y pistolas, armas de asalto, fusiles de calibre 0,50 y cartuchos de gran capacidad. Para practicar el tiro al blanco de vez en cuando no se necesita ningún permiso adicional, pero si se quiere portar un arma encima todo el tiempo hay que solicitar una licencia especial. Gracias a esa licencia, Mateen habría adquirido el rifle AR-15, la pistola de mano y "un número desconocido de cargas" que según el jefe de policía John Mina portaba en el momento del ataque al club nocturno Pulse. El AR-15 fue el arma que se utilizó para matar a niños de primer grado en el colegio Sandy Hook, en Connecticut, en 2012; a los fans de Batman un cine de Colorado en diciembre de ese mismo año y a los empleados del condado en una fiesta en San Bernardino en diciembre de 2015.



LA POLÍTICA, EN EL MEDIO

Tras la tragedia, varios políticos estadounidenses comentaron el asunto. El precandidato republicano a la presidencia Donald Trump ha afirmado que “lo que ha ocurrido en Orlando es solo el comienzo. Nuestro liderazgo es débil e ineficaz”. “Estoy tratando de salvar vidas y prevenir el próximo ataque terrorista. No podemos darnos el lujo de ser políticamente correctos nunca más”, agregó.

Trump reiteró su llamado para que el actual presidente de EE.UU. dimita, acusando al jefe de Estado de “haberse negado desgraciadamente incluso a decir las palabras islam radical‘” e instó a que dimita también la precandidata a la presidencia del bando demócrata Hillary Clinton.

Clinton tildó el tiroteo de “un acto de terror” que llama a más esfuerzos para combatir el terrorismo e introducir un estricto control de armas. En respuesta a los ataques verbales de Trump, la directora de comunicaciones de Clinton, Jennifer Palmieri, aseguró que los republicanos no ofrecieron “planes reales para mantener segura a nuestra nación […] solo insultos y ataques”. (Con datos de BBC y RT).

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